Afganistán
«Operación golpe de dragón» contra el bastión talibán
El mando aliado en Afganistán ha anuciado oficialmente que la operación «golpe de dragón», la varias veces retrasada ofensiva para expulsar a la insurgencia talibán de su bastión de la provincia de Kandahar, ha comenzado. Varios miles de soldados de la Alianza apoyarán a los primeros batallones «profesionales» del Ejército afgano, que deben demostrar sus capacidades operativas.
«Esperamos una dura batalla», aseguró el portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), el general Joseph Blotz. «El objetivo –añadió– consiste en destruir las posiciones de combate de los talibán para que no tengan lugar donde esconderse».
La resistencia islamista en las provincias de Kandahar y Helmand, grandes productoras de opio, es la que más bajas ha causado a las tropas occidentales. De los 2.104 soldados aliados muertos en lo que llevamos de guerra, 897 lo han sido en estas dos regiones sureñas, que dominan casi por entero los talibán. De la ofensiva se espera, cuando menos, dispersar a los insurgentes y que el Ejército afgano se haga con el control de las principales zonas habitadas.
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