Habitantes de «Un mundo feliz»

MURCIA-«Me gusta fotografiar a gente divirtiéndose y retratar, sin juzgar, las actitudes que emanan de nuestro comportamiento», así explicaba ayer la fotógrafa Marina del Mar (Almería, 1963) «Un mundo feliz», la nueva exposición del Festival Internacional de Fotografía Fotoencuentros que se puede descubrir, hasta el 28 de febrero, en el espacio Molinos del Río-Caballerizas de Murcia.

Realizadas íntegramente en Almería, durante los últimos tres años, Marina del Mar se convierte en una espectadora activa del ambiente festivo-cotidiano que le rodea. «La muestra es un reflejo de todo lo que vemos en nuestras fiestas y costumbres, observado desde el punto de vista de la capacidad que tenemos para la felicidad». Interesada por la desinhibición y la subversión, que se produce en los actos y costumbres que forman parte del acervo cultural de cualquier comunidad, los protagonistas de sus fotografías no son los ritos y actividades, sino la actitud y los gestos de las personas ante los acontecimientos. «Me llama la atención la transformación de la gente en las fiestas. Parece que sean un medio para evadirnos de la pesadumbre». En este sentido, el director de Fotoencuentros, Paco Salinas, aclaró que «en sus imágenes podemos ver actitudes humanas reconocibles en cualquier familia o grupo de amigos». Otras nos acercan a lo que sucede, a los usos y costumbres que nos llegan de la aldea global. «Y eso es lo que somos, humanos amantes de nuestras tradiciones y, al mismo tiempo, inevitablemente abiertos a otros tiempos. Habitantes, a ratos, de un mundo feliz», expresó Salinas.

Pero Marina del Mar no sólo está presente en Fotoencuentros a través de estas 36 fotografías, la artista también expone en el centro cultural Puertas de Castilla de Murcia «Cóctel», una muestra que mañana abrirá sus puertas y que presenta una serie de imágenes de la jet-set que trasladan al espectador a un universo de comportamientos impostados diferentes al de la sociedad común. De esta exposición, la fotógrafa aclaró que «en el tipo de eventos que plasmo en ‘Cóctel' la gente va a lucirse y ser fotografiada. Es todo un desfile de vanidades donde todos los famosos suelen ir a posar y como reclamo para que acuda más gente».

La fotógrafa, que afirma estar empezando a no llevar siempre la cámara encima, confiesa que «he aprendido a aceptar que todos los momentos importantes no se pueden fotografiar, porque ir con la cámara siempre se puede llegar a convertir en una manía».

Por su parte, la concejala de Cultura y Programas Europeos, Fátima Barnuevo, recordó la apuesta del Ayuntamiento por la fotografía en la programación anual del espacio Molinos del Río-Caballerizas y comunicó que «en 2010 hemos cerrado el año con casi 19.000 visitantes más que en el año anterior».