Europa

Sabino Méndez

Pastillas de goma por Sabino Méndez

El rostro es una firma. Llevarlo cubierto debería ser ilegal
El rostro es una firma. Llevarlo cubierto debería ser ilegallarazon

Hay que alabar la valentía normalizadora del semanario «El Jueves» al dedicarle una portada satírica a Mahoma. Lo primero que pone de relieve ese hecho (a rebufo de los franceses de «Charlie Hebdo») es que, nos guste o no, el islam es ya una religión europea debido a la emigración. En segundo lugar, hace evidente que, en esos asuntos, lo que hay que definir de una manera clara es el espacio público. En el espacio privado, cada uno puede hacer lo que quiera según sus creencias, costumbres o valores sociales y políticos mientras no haga daño al prójimo. Pero en el espacio público hay que poner unas normas para todos y, luego, que sea la propia religión la que resuelva las disfunciones prácticas en su seno. Asuntos que para las costumbres europeas son simples problemas indumentarios no deben hacernos olvidar que una versión evolucionada de cualquier religión es posible, incluso del islam. Todos esos dogmas que amenazan con terribles castigos son inaceptables. Lo mismo pasa con el rostro cubierto. Identificaciones, fotos de documentos, ruedas de reconocimientos policiales nos dicen que el rostro es como una firma. Llevarlo cubierto en público debería ser ilegal y más en la época de los medios audiovisuales, salvo contadas y comprensibles excepciones.

Las religiones y las creencias personales son como pastillas de goma, que cuando más se mastican es cuando más entregan su jugo. De la misma manera que es posible un dimensión evolucionada de cualquier religión, nunca debemos olvidar que la otra dimensión que transportan es la de los valores humanos transcendentales y eternos, de efecto social y político.

Atentar contra los derechos básicos humanos que ha costado siglos conseguir en Europa nunca será ni trascendental ni eterno. Eso lo entendió muy bien la religión católica ya hace mucho. Ni un paso atrás.