El fin de la reestructuración de las cajas abre el «baile de parejas» de la banca

MADRID- Con las cajas a un paso de completar su proceso de reestructuración, parece llegado el momento de que los bancos hagan lo propio. La concentración de las primeras añadirá una competencia al sistema financiero que muy probablemente hará pensarse a la banca mediana si su tamaño es «el adecuado» para desenvolverse en el nuevo escenario. Así lo cree la Asociación Española de Banca (AEB), cuyo secretario general, Pedro Pablo Villasante, afirmó ayer que estamos en un momento en el que las entidades habrán de analizar no sólo el contexto, sino el posible exceso de capacidad en el sistema.En el sector financiero se daba por descontado que los bancos esperarían hasta que el proceso de reestructuración de las cajas estuviera terminado para empezar a moverse. Y lo cierto es que aunque aún quedan bastantes flecos abiertos en el sector de las cajas, el baile en el mundo de la banca mediana ya ha comenzado con la fusión que estudian Banco Sabadell y el Guipuzcoano, un proceso que Villasante calificó de «muy positivo» y que, según destacó, se realizará sin necesidad de recurrir a ayudas públicas. La AEB, no obstante, destacó que el FROB, al que han recurrido las cajas, no puede considerarse en ningún caso como subvención pues cuenta con la bendición de la Unión Europea dadas las «circunstancias excepcionales» que atraviesa la economía.Con reestructuración o sin ella, Villasante destacó que los grupos bancarios españoles, a pesar del difícil entorno, siguen operando «con beneficios, buena rentabilidad y sin precisar de ayuda pública». Así, hasta marzo lograron unos beneficios de 3.888 millones, un 4,1% menos que en el mismo periodo del pasado ejercicio, si bien el negocio de los bancos en España y de sus sucursales en el extranjero se ha resentido de forma mucho más notable: el beneficio cayó un 48,9%, hasta los 1.542 millones de euros. Dada la difícil coyuntura actual y siguiendo los criterios de prudencia que, según Villasante, han guiado su actividad desde el comienzo de la crisis; la banca, ante el empeoramiento de la calidad de sus carteras y los incrementos de morosidad –ha crecido desde el 2,98% al 4,98%–, ha tenido nuevamente que hacer un imporante esfuerzo en saneamientos incrementando sus dotaciones para insolvencias y provisiones en un 17,5%, hasta los 4.860 millones de euros, lo que se ha dejado sentir en sus beneficios. La buena noticia, según Villasante, es que en los últimos meses las entidades están constatando una desaceleración en el crecimiento de la mora, lo cual aliviará sus provisiones en un futuro. Lo que de momento no mejora es el crédito. La contracción del consumo y de la inversión han hundido la demanda, y en los tres primeros meses apenas si ha repuntado un 0,1%.Pese a estas dificultades, la AEB destacó que la banca española cuenta con un exceso de recursos propios de 53.886 millones de euros y una ratio de solvencia según los criterios de Basilea II del 13,16%, cuando el mínimo exigible es un 8%.

«Hay que hacer públicos los test de estrés»- En los últimos días, la prensa alemana ha informado de que la UE estaría ultimando un rescate para España, unos rumores que Villasante calificó de «inmerecidos» y muy perjudiciales. «La falta de transparencia nos perjudica», aseguró. Por eso, el secretario general de la AEB solicitó ayer que se hagan públicos los test de estrés hechos por la UE en 2009 a los principales bancos europeos para diagnosticar su fortaleza. Villanueva cree que, de ese modo, se disiparían las dudas que existen sobre el sector financiero español y el mercado volvería a abrirse a las entidades nacionales.