Policía
La tragedia de Elena
La joven murió apuñalada por un atracador en la administración de lotería de Móstoles en la que trabajaba
Pablo estaba esperándola en casa, a mesa puesta. Elena, su pareja, siempre llegaba pasadas las 13:30 horas del mediodía, hora a la que echaba el cierre a la Administración número 4 de lotería de Móstoles, donde trabajaba desde hacía unos diez años. El local, en el número 21 de la calle Juan XXIII de la localidad, está a cinco minutos andando de su casa, en la calle Cartaya y, por eso, a Pablo se le hizo raro el retraso de ayer. Ya eran casi las dos y ni había llamado para explicar su tardanza. A esa hora, la mujer, de 34 años, ya estaba tendida en el suelo a las puertas de la Administración, desangrada. La trágica muerte de Elena Sanz Galindo conmocionó a todo el municipio. Lo que podía haber quedado en un «simple» atraco se tornó, de forma totalmente inexplicable, en un homicidio. Víctima y agresor no se habían visto jamás. Elena salió del local a la hora de siempre y entonces, un hombre se le abalanzó exigiéndole la recaudación con una navaja intimidatoria. Ella no la llevaba encima y el agresor pretendía que abriera el establecimiento. Al parecer, Elena le explicó que allí tampoco había nada. Entonces, el hombre, de unos 50 años y trajeado, según testigos, le asestó al menos cinco puñaladas, una de ellas mortales y se montó en el coche que le esperaba enfrente, donde hay una sucursal de La Caixa. Elena murió desangrada a los pocos minutos.
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