Bolaños y los pobres

En la retórica políticamente correcta sobre la pobreza sobresalen dos verbos: luchar y erradicar. El mensaje que transmiten es el mismo: la pobreza es una cosa que se arranca, en especial gracias a los políticos. Esto se basa en ideas erróneas y en un desdén hacia los únicos que en realidad luchan contra la pobreza y la vencen: los propios pobres. Para analizarlo es muy útil un breve cuaderno que acaba de publicar en la Fundación Iberoamérica Europa el economista Jorge Bolaños Martínez, «Los países pobres y la trampa de la intervención». Denuncia el doctor Bolaños, por ejemplo, las siguientes filfas: que EE UU está lleno de indigentes, que hay en el mundo cada vez más miseria y más desigualdad, y que los pobres lo son por culpa de los ricos. Las teorías equivocadas, como la sustitución de importaciones, la dependencia, el imperialismo, el intercambio desigual, o el círculo vicioso de la pobreza, apuntan en la misma dirección: los pobres no pueden salir ellos mismos de la pobreza y necesitan la coacción política y legislativa nacional e internacional. Bolaños reivindica a P.T.Bauer, el pionero en refutar estos bulos y en recuperar la sabiduría de los clásicos: la riqueza de las naciones no depende de ayudas exteriores ni de políticos ni de burócratas, sino del trabajo de la gente en un marco institucional de paz, justicia y libertad.