Barcelona

Todos pendientes de Montilla

La evolución de la crisis económica, la sentencia del Estatut y el «caso Palau» influirán en las elecciones.

Todos pendientes de Montilla
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Las vacaciones de verano se acaban… también para la clase política catalana. Hoy, todos los partidos con representación en el Parlament de Cataluña se reencontrarán con el sonido del despertador. PSC e ICV tienen ejecutiva a las diez de la mañana; CDC, reunión del secretariado permanente; el PP catalán ha citado al comité de estrategia política a las 11.00 horas, una hora prudente par dulcificar la «rentrée»; y ERC y Ciutadans, que no quieren ser menos, han convocado rueda de Prensa para hablar de la actualidad política.

Al margen de oír y volver a oír la pregunta de «¿cómo han ido las vacaciones?», en los seis escenarios se hablará de un mismo tema: la fecha de las elecciones catalanas. Hoy se acaba el plazo del presidente de la Generalitat, José Montilla, para convocar las elecciones autonómicas si quiere que se celebren el 24 de octubre, dos fines de semana antes de la visita del Papa Benedicto XVI a Barcelona. La Ley Orgánica de Régimen electoral lo dice bien claro, deben pasar 54 días desde que se publique la convocatoria hasta el día de la cita con las urnas.

Como todos los partidos parecen tener claro que no conviene mezclar la religión con las escaramuzas de la campaña electoral, la otra fecha que se baraja para convocar los comicios sería la del 28 de noviembre, 21 días después de la visita del Papa.

Todos están a la expectativa de que Montilla hable. También en el Parlament, donde hoy se reúne la diputación permanente, el órgano que sustituye al pleno de la cámara entre dos periodos de sesiones. Se reúnen para convalidar los decretos de ley de cajas y de simplificación de la estructura del sector público. Y lo hacen sin saber si volverá o no a haber pleno antes de las elecciones.

Mientras Montilla cavila, las cocinas donde se fraguan las estrategias de comunicación echan humo. En el PP preparan la siguiente visita de Mariano Rajoy, prevista para septiembre. Los populares mantienen el plan que tan buen resultado dio en Galicia y en el País Vasco, recorrer el territorio, pueblo a pueblo para explicar a los ciudadanos lo útil de votar al PP también en Cataluña Desde enero, Rajoy ha visitado Cataluña hasta en siete ocasiones –ha paseado por Girona, comido caracoles en Lleida y disfrutado de Sitges–. Mientras el PP expone a Rajoy para ayudar a Alicia Sánchez-Camacho a levantar el vuelo, el PSC prefiere esconder a Zapatero. El presidente del Gobierno ha venido sólo tres veces a Cataluña este año, para inaugurar el sincrontrón Alba, visitar al Rey en el hospital y como invitado de una tertulia organizada por un periódico. Las sentencia del Estatut ha acabado por tensar las relaciones entre PSC y PSOE. Y la gestión de la crisis económica por parte del Gobierno pone en cuestión la figura de Zapatero.


Tres puntos a tener en cuenta:

- La evolución de la crisis económica va a condicionar, quieran o no los partidos políticos, las elecciones catalanas. El PSC arrastra la más que cuestionable gestión económica de Zapatero, que ha subido impuestos y recortado inversiones en infraestructuras y política sociales. A partir del 1 de enero de 2011 no habrá cheque bebé, por ejemplo.
- En septiembre, el «caso Palau» vuelve a los juzgados, la evolución de las implicaciones políticas influirá en la campaña.
- También condicionará la manera en que Gobierno y Generalitat desarrollen el Estatut tras la sentencia.