Ministerio de Justicia
Teresa Palacio Marlaska y Bermúdez «finalistas» para la Sala Penal
El Pleno del CGPJ decidirá el próximo día 23 si hay continuidad o relevo en este puesto clave de la Audiencia
Javier Gómez Bermúdez, Fernando Grande-Marlaska y Teresa Palacio. Éstos son los tres magistrados entre los que, finalmente, el Consejo General del Poder Judicial designará el próximo día 23 al presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, cargo que actualmente ocupa el primero de ellos. Juan Pablo González, Alfonso Guevara, Ángel Hurtado y Javier Martínez Lázaro no superaron el «corte» tras la comparecencia ante la Comisión de Calificación.
La mayor sorpresa fue la exclusión de Ángel Hurtado, a quien se consideraba el «tapado» y preferido del actual presidente de la Audiencia, Ángel Juanes. La exposición de Martínez Lázaro causó una muy grata impresión.
Los cinco vocales de la citada Comisión –Manuel Torres Vela, José Manuel Benítez, Félix Azón, Concepción Espejel y Claro José Fernández– tardaron apenas una hora en decidir por unanimidad la terna de candidatos. Y es que, según fuentes del Consejo, «todo se llevaba ya muy bien estudiado», tanto por el ponente como por los vocales.
En este sentido, señalaron que, en opinión de la Comisión de Calificación, «había notables diferencias entre los programas de unos y otros. Los proyectos de los tres elegidos son muy buenos», destacaron al respecto.
Respecto a Javier Gómez Bermúdez, su inclusión en la terna obedece a dos motivos: el programa y al hecho de que sea el titular en estos momentos de la plaza a la que aspira repetir. «Que vaya el presidente actual, en un cargo de estas características, en la terna, es lo normal. Lo contrario hubiese sido una afrenta, con independencia de la decisión final», incidieron en este punto.
Sobre esta última cuestión, las fuentes consultadas coincidieron en señalar que el vocal José Manuel Gómez Benítez es el principal adalid de Bermúdez dentro del Consejo, aunque otros consejeros tienen igualmente decidido apoyarle como primera opción.
Durante su comparecencia ante los integrantes de la Comisión de Calificación –aunque también estaban presentes otros vocales–, Gómez Bermúdez aludió a su labor estos años al frente de la Sala de lo Penal, destacando la optimización de los recursos o la actuación relacionada con la aplicación de los beneficios penitenciarios que terminó con la conocida como «doctrina Parot», que, dijo, «fue impulsada por la Sala y especialmente por mí».
En cuanto al plan de actuación que prevé, lo resumió en cuatro puntos: remodelación de la Sala, agilizar la ejecución de las sentencias, aplicación de las nuevas tecnologías –entre otras y relaciones institucionales. El aspecto que más polémica suscitó fue el primero de ellos, cuando expuso que con su nuevo sistema, aprobado por la Sala de Gobierno en noviembre del pasado año, según el cual formarían hasta 28 tribunales distintos, que permitirían diversas interpretaciones de la ley y evitarían que los presidentes de sección «estén estancados».
Sobre esta cuestión, Margarita Robles le interpeló si ese proyecto fue comentado con los demás magistrados de la Sala, a lo que Gómez Bermúdez respondió afirmativamente y dijo que el proyecto estaba ya «visado».
Sin embargo, ninguno del resto de candidatos de la Sala acogió positivamente ese proyecto y tampoco avalaron que se consultase el mismo. «Se presentó como cosa hecha, en absoluto se consultó», dijo Alfonso Guevara.
Evitar «discrecionalidad»
Marlaska lo rechazó igualmente y abogó por mantener la configuración actual. Sobre su intervención, algunos vocales destacaron principalmente su compromiso de realizar un «protocolo para determinar qué asuntos irán a Pleno, para evitar discrecionalidad en este aspecto tan relevante y que se pueda decidir en función de otros valores».
Teresa Palacio, cuya exposición mereció la felicitación pública del vocal Claro José Fernández por el «programa realista» que presentó, también respaldó mantener la configuración actual de la Sala, en contra del proyecto de Bermúdez, el cual, dijo, es «inviable». Ademnás, abogó por la creación de un Protocolo de Atención y Asistencia a las víctimas del terrorismo.
Negociación conjunta
La designación del próximo presidente de la Sala Penal de la Audiencia Nacional irá ligada también a la negociación que iniciarán en breve los representantes de los dos grupos de cara a consensuar distintos nombramientos. Especialmente, una plaza de magistrado en la Sala Penal del Tribunal Supremo. Hasta ahora, ha sido imposible lograr un candidato de consenso, ya que mientras los «conservadores» han defendido a toda costa la candidatura del fiscal Antonio del Moral –quien goza de un gran prestigio profesional dentro del Supremo–, los «progresistas» apostaron por el catedrático Quintero Olivares. Ahora, todo hace indicar que ambas plazas irán «en paquete».
Las propuestas de los candidatos
Gómez Bermúdez, actual presidente, defendió un proyecto de remodelación de esta Sala de la Audiencia para lograr un tribunal «más cohesionado» y un reparto equilibrado de las causas.
Grande-Marlaska prometió una «consideración especial» con las víctimas en relación a la información sobre el desarrollo de las causas facilitada a familiares de fallecidos y heridos en atentados.
Teresa Palacios se comprometió a que sus propuestas para mejorar el tribunal no conllevarán gasto económico y entonó el mea culpa: «Hemos magnificado la Audiencia Nacional».
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