España

Todos compran por Julián García Candau

La Razón
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Joseph Blatter, presidente de la FIFA, parece que se ha caído del guindo. El máximo dirigente del fútbol mundial, cuando se ha encontrado en su mesa los chanchullos de su antecesor, Joao Havelange, y los de su yerno en la Confederación Brasileña, ha descubierto que los organizadores del Mundial de 2006, en Alemania, compraron votos para adquirir la sede.

Las afirmaciones de Blatter son incomprensibles porque no me hago a la idea de que él desconozca las maniobras que se hacen en toda elección. No se puede hacer de nuevas. Todos cuantos hemos vivido de cerca el Comité Olímpico Internacional y la propia FIFA, hemos conocido maniobras para captar voluntades y de vez en cuando aparecen escándalos. Los hubo en el COI y este organismo tuvo que llevar a cabo una operación de limpieza. Fue espectacularmente conflictiva la elección de Salt Lake City para los Juegos de Invierno.

Sería ingenuo creer, por ejemplo, que España no tuvo que comprar voluntades para organizar el Mundial'82. Para los pretendidos Juegos Olímpicos de Madrid, habrá que hacer lo propio.
En un mundo en el que hay en juego tantos intereses, donde se manejan tantos millones y se ponen en juego aspectos económicos de los países, es inevitable que los desaprensivos aprovechen la oportunidad, aunque tan despreciable es el que compra como el que vende. Blatter debería mirar a su alrededor. No creo que Beckenbauer, que organizó el mejor mundial de la historia –los conozco personalmente desde el también alemán de 1974– tuviera que cambalachear más que otros.

Posdata. ¿Podría decir Blatter por qué existe la idea de que la final mundialista la juega siempre al menos un equipo vestido con famosa marca?