Alcorcón

Hallan sangre de María en el coche de su ex novio

Los investigadores de su desaparición también detectan saliva y pelo de la joven

Una imagen reciente de la mujer desaparecida con su ex pareja durante el bautizo del hijo de ambos
Una imagen reciente de la mujer desaparecida con su ex pareja durante el bautizo del hijo de amboslarazon

MADRID- No es buena señal. No pinta bien. Los investigadores han hallado restos de sangre de María en el coche de su ex pareja. No han sido los únicas pistas. También han encontrado saliva y pelo de la joven de 26 años que desapareció el pasado sábado y sangre de Javier, el último que tuvo contacto con ella. Unos resultados que pueden ayudar a esclarecer qué pasó esa noche, según fuentes policiales.

Sin embargo, y a juzgar por cómo la Guardia Civil se esforzó ayer en buscar el cuerpo de la joven en matorrales, lagos y bosques, no parece que piensen que esta misteriosa historia tendrá un final feliz.

Se centraron en la Ciudad Financiera del Banco Santander y el polígono Ventorro del Cano porque desde un repetidor cercano fue donde «rebotó» la señal de los mensajes que la pareja supuestamente envió esa noche. No hubo suerte.

Lo cierto es que resulta difícil reconstruir las últimas horas de la madrugada del domingo. Se sabe que María y Javier acudieron a la cena de empresa de Mercadona en el restaurante «El Rincón Castellano» de Boadilla del Monte. Tras cenar, los compañeros prosiguieron la noche en varios bares de la localidad e, incluso, un karaoke donde se dejaron llevar por el ambiente festivo para cantar unos cuantos temas.

A eso de las tres de la madrugada, es cuando María decide retirarse a casa. Se excusa con sus compañeros y Javier, su ex novio y padre de uno de sus hijos, se ofrece para acercarla a casa. Tras esta despedida, nadie vuelve a verla.

Al día siguiente, domingo, Javier acude a su puesto de trabajo. Claro que antes, pide permiso porque no le tocaba trabajar. Es decir, tras la noche de copas se ofrece voluntario para realizar unas tareas de mantenimiento y en el propio Mercadona sufre un accidente con una radial.

Al día siguiente, tampoco se le pierde la pista, tras el accidente de coche y con su herida en la mano, acude a su médico de cabecera para que le dé su baja laboral. A partir de ahí se le pierde el rastro. Los investigadores no intentan contactar con él antes porque cuando la familia va a poner la denuncia de la desaparición de María, no mentan a su ex pareja. Es más adelante, cuando los interrogatorios avanzan cuando se intentan poner en contacto con él y ya es tarde. Ha desaparecido. No utiliza sus tarjetas de crédito y nadie sabe dónde se encuentra. Apareció ahorcado en un poste de la luz en una presa de San Lorenzo de El Escorial.

Los que conocen a la pareja no dan crédito de la historia. «Yo he trabajado con él y es muy atento y amable. Siempre está dispuesto a ayudar. No le defiendo, porque todavía no hay nada de qué defenderlo, pero no me creo que le hiciese daño a María», cuenta una compañera de trabajo de Mercadona. Es la tónica general entre los allegados de ambos.

Quienes peor lo están pasando son los familiares de María. La joven de 26 años estaba muy unida a sus primos. De hecho, hace poco, celebraron una cena de Navidad y también acabaron en un karaoke. En uno de los vídeos colgados en la red social Facebook, se puede comprobar cómo la joven disfruta de la compañía de los suyos y las risas que comparten.

Un cambio de vida


María estudió en Alcorcón. En el IES Luis Buñuel. Tuvo un hijo que ahora cuenta nueve años y formó parte de las Fuerzas Armadas durante un tiempo en Canarias. Lo dejó todo para volver a su casa y comenzó a trabajar en Mercadona donde conoció a Javier, de 30 años y nacido en Móstoles.

Se gustaron, salieron juntos y tuvieron un hijo hace ocho meses. La relación se acabó, pero el trato entre sus familias continuó siendo bueno. No había denuncias por malos tratos ni nada parecido. De hecho, ella accede a que Javier le acerque a casa esa noche y todos sus compañeros coinciden en que Javier es una excelente persona y que tiene que haber una explicación a todo lo ocurrido. En Boadilla no se habla de otra cosa. El padre de María es taxista y su madre trabaja como limpiadora en el Ayuntamiento. Son muy queridos en el pueblo que continúa en «shock» desde el pasado domingo.