Valencia
12 horas de «tecno» y drogas
Una convocatoria en la red y la cita se extiende como la pólvora: cientos, miles de jóvenes se suman a la fiesta clandestina e ilegal de música electrónica en cualquier nave o espacio abandonado. Las «rave» están en auge. Madrid es, junto a Cataluña y Valencia, la región de España donde estas fiestas son más frecuentes.
Los eventos son organizados por grupos de amigos o por djs poco conocidos que utilizan este tipo de plataformas para promocionarse. Se celebran en lugares abandonados, por lo que sus participantes no tienen que alquilar el local pero tampoco cuentan con medidas higiénicas ni de seguridad de ningún tipo. Las «raves» se publicitan actualmente por redes sociales y van dirigidas a un grupo específico de habituales con el fin de evitar grandes aglomeraciones en el lugar y la presencia de la Policía. Las fiestas comienzan de madrugada y duran más allá del amanecer. Su carácter, el buen tiempo, la opción de bailar al aire libre hasta bien entrada la mañana del domingo y la posibilidad de llevar y consumir alcohol son otras de sus características.No se trata ed un fenómeno nuevo o desconocido, pero cada vez se da más ante el aumento de la vigilancia policial derivada de la Ley Antibotellón. A esto se le une la demanda de los más jóvenes de continuar la diversión una vez que los pubs y discotecas cierran y ante la falta de locales «afterhours». La celebración de las «rave» se ha asociado con frecuencia y de manera inevitable al consumo de alcohol, bebidas estimulantes y diversas drogas ilegales como el éxtasis, la cocaína o el speed. Otra de sus características es que se convocan y desconvocan rápidamente, dependiendo del aguante que tengan los participantes y de la vigilancia de las Fuerzas de Seguridad que pueden llegar en cualquier momento. La última fiesta de este tipo que tuvo cierta repercusión en Madrid fue la celebrada el 25 de junio en un túnel situado en un camino apartado de la M-50, en el término municipal de Boadilla del Monte, según informa Ep.
Los escenarios habituales
- Túnel de Boadilla: se trata de la fiesta menos oculta de todas y a la que acude gente muy joven. Se celebra en la carretera M-501 y M-40.
- El Matadero de Rivas: es un punto habitual para celebrar Halloween. Una vieja conocida de los asiduos a las «rave».
- Patones o un bosque próximo a Cuatro Vientos también han albergado fiestas multitudinarias.
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