IU todavía somete en la sombra

SEVILLA- La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) confirmando la anulación de su despido «político» representa, sin duda, un triunfo legal y moral del responsable administrativo de Sevilla Global Alberto Martínez ante quienes le expulsaron irregularmente y con «vejaciones» de su puesto de trabajo en septiembre de 2009, a saber, el primer teniente de alcalde y antaño líder sindical, Antonio Rodrigo Torrijos, y el delegado de Economía y Empleo, el comunista Carlos Vázquez, entonces jefe del grupo municipal de Izquierda Unida.
Aun así, la tranquilidad todavía está lejos para este trabajador, como para sus otros dos compañeros –exresponsables de Comunicación y Formación–cesados tras la llegada a Sevilla Global del actual gerente, David Pineda, o los ocho despedidos después de los talleres prelaborales.
Por un lado, todo indica que la sociedad municipal planteará contra la decisión del TSJA un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, aunque los expertos legales consultados por LA RAZÓN de Sevilla auguren su nulo éxito y a pesar de que esta medida sólo sirva a la coalición de izquierdas para dilatar su particular orden en la sociedad municipal. Por otra parte, IU no duda en usar otras armas para imponer su ley.
Como ocurrió con tres de los ocho cesados de los talleres prelaborales, Alberto Martínez fue readmitido en el organigrama de la sociedad municipal tras la primera sentencia del juzgado de lo Social número 8 que anulaba su despido por la misma «vulneración de sus derechos fundamentales» que detecta el TSJA.
Desde Sevilla Global se confirmó la reincorporación de este empleado, tal y como ordenó la Justicia, aunque se evitó concretar en qué departamento desarrolla ahora sus funciones el antiguo jefe de Administración. Desde luego, no recuperó su puesto original, que fue ocupado en su día por un militante de IU.
Sin interés
Según las fuentes consultadas, Martínez está «apartado» de cualquier tarea de interés y responsabilidad. Es el mismo «modus operandi» utilizado con los tres monitores cesados, que han retornado a puestos vacantes.
Son los últimos capítulos de la novela «de terror» escrita por IU sobre sus tratos con los trabajadores municipales, plena de despidos nulos y readmisiones judiciales. Difíciles de olvidar son los casos del jefe de Obras del Instituto Municipal de Deportes, José Luis Pardillos, cesado por el exconcejal Francisco Manuel Silva como «chivo expiatorio» de la pérdida de la cúpula de la Copa Davis; del alto funcionario Isidro Nicolás Fernández-Pacheco, destituido como secretario del mismo IMD por sus críticos informes sobre ciertas contrataciones; o las denuncia del director y un trabajador del centro deportivo Ifni, cesados para «colocar» a afiliados comunistas.