Golf
Augusta vibra con el regreso de Tiger
Los organizadores del Masters de Augusta se frotan las manos ante el escenario que han deparado las dos primeras jornadas del torneo. Por primera vez en catorce años, Tiger Woods no partía como principal favorito en las apuestas.
Ese honor estaba reservado para su gran rival, Phil Mickelson, que venía de bordarlo en el Shell Houston Open. Pero tras el juego desplegado por el «Tigre» en la segunda jornada del Masters, las cosas cambiaron.
Después de meses pasando completamente desapercibido en un campo de golf, Tiger ha demostrado que aún tiene mucha magia en sus manos. Que no ha tirado la toalla y que su gran sueño de superar los 18 «grandes» de Jack Nicklaus sigue muy vivo. Suceda lo que suceda durante el fin de semana en el Augusta National, Woods ha dejado huella y sus rivales harán bien en volver a mirarle con temor, como antaño.
Tradicionalmente, lo que se conoce como el «moving day» –la jornada para colocarse entre los primeros puestos– es el sábado, pero Tiger la trasladó al viernes. El ex número uno del mundo –lo volverá a ser si se enfunda su quinta chaqueta verde– encadenó una estupenda racha de siete «birdies» en los últimos once hoyos de la segunda jornada para dar un soberano golpe sobre la mesa.
Tampoco pasó inadvertido Álvaro Quirós que, independientemente de lo que haga fin de semana, completará su mejor Masters de Augusta. Pero si el juego le sigue acompañando, el gaditano aspira a todo. Está pegando el «drive» tan fuerte como siempre, lo que le ha valido el sobrenombre de «el bombardero» al otro lado del Atlántico.
Pero, además, ha encontrado una regularidad que le puede dar muchas alegrías en un futuro inmediato. Parece haber aprendido a mantener la cabeza fría en los momentos malos, como cuando no la sacó de «bunker» en el 12 y firmó un «doble bogey».
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