Estados Unidos
Economía descabeza el plan estrella de Sanidad para el control de patologías
El Ministerio se limitará a constituir dos redes de vigilancia en Salud Pública y de laboratorios sin rango de agencia.
Una vez más, Economía vuelve a interponerse en el camino de Sanidad. Sucedió hace semanas con el tijeretazo que Elena Salgado diseñó para el sector sanitario a espaldas de Trinidad Jiménez y sus lugartenientes, y vuelve a ocurrir ahora con otro proyecto con el que la ministra de Sanidad pretendía hacer bandera durante los próximos meses: la nueva Ley de Salud Pública. En principio, y salvo que Jiménez sea capaz de convencer a la vicepresidenta económica del Gobierno o al propio José Luis Rodríguez Zapatero en persona, la Sanidad española no dispondrá a corto plazo de una Agencia Estatal para el control de las enfermedades, similar al Center for Disease Control (CDC) de Atlanta, el prestigioso centro epidemiológico de Estados Unidos. La decisión ya había sido asumida con anterioridad a los recortes por la propia Jiménez y por su director general de Salud Pública, Ildefonso Hernández. Pero el tijeretazo ha sido la puntilla, al entender Economía que dicho órgano, como las agencias de otros ministerios, dispararía el gasto en un momento de dramático esfuerzo público por recortar el déficit.Como adelantó LA RAZÓN el pasado mes de abril, la creación de esa agencia constituía uno de los puntos «estrella» de la futura Ley de Salud Pública. El plan del Ministerio era, de acuerdo con el borrador de la norma, aglutinar en torno a ella instancias administrativas actualmente dispersas como la «parte técnica» de la actual Dirección General de Salud Pública, la Escuela Nacional de Sanidad, la dirección técnica de los servicios periféricos de Sanidad Exterior, los centros nacionales y laboratorios que dependen del Instituto de Salud Carlos III, y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Según el borrador, la razón de ser del nuevo megaórgano tendría que ser la de asumir tareas de apoyo a las comunidades en el desarrollo de sus competencias en salud pública, prestándoles por ejemplo personal técnico o servicios de laboratorio en situaciones que lo hicieran necesario, de manera similar a lo que hace el CDC con los departamentos de Salud de los estados en el contexto federal de EE UU. Sin embargo, el texto que analizó el pasado viernes el Consejo de Ministros es mucho más descafeinado, al limitarse a crear una simple Red Estatal de Vigilancia en Salud Pública para coordinarse con las autonomías, y una Red Estatal de Laboratorios, para detectar posibles riesgos.
Dos redes sin poder ejecutivoEl proyecto de Ley de Salud Pública que analizó el viernes el Consejo de Ministros es muy «light» con respecto al borrador inicial:- En vez de una gran agencia para el control de enfermedades, se limita a crear una Red Estatal de Vigilancia en Salud Pública de competencias difusas, al residir éstas en las autonomías, y una Red Estatal de Laboratorios en Salud Pública. - El texto incorpora mensajes genéricos y asegura que «la atención primaria asume un papel relevante en la acción preventiva y en la salud comunitaria», sin definir el poder para tal misión.
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