El indulto indigna al Barcelona

Madrid- El Barcelona está dispuesto a quedarse tuerto si el Madrid se queda ciego. Y se enfada si llega el médico y salva los ojos de todos porque el Madrid sigue teniendo sus dos ojos. Algo así es lo que sucede con las «medidas de gracia» que el presidente de la Federación, Ángel María Villar, anunció en su discurso, aunque no se paró a desarrollarlo. «Se explicarán al final de la Asamblea», dijo. Y la explicación es que el triunfo de España en la Eurocopa es suficiente excusa, como las bodas reales en tiempos pasados, para indultar a casi todos los castigados por el Comité de Competición. Por ejemplo, José Mourinho y Tito Vilanova, los entrenadores del Real Madrid y el Barcelona. El portugués fue castigado con dos partidos de suspensión por meter el dedo en el ojo al nuevo técnico del Barcelona en la Supercopa del año pasado. A Vilanova sólo le sancionaron con uno por responder con una «colleja» al entrenador del Real Madrid.

«En la junta directiva, el presidente [Sandro Rosell] manifestó su disconformidad con esta medida», reconoció el portavoz del Barcelona, Toni Freixa. «Entendemos que una agresión nunca puede quedar impune», añadió. El club azulgrana piensa que la agresión a un entrenador debería tener la misma consideración que la agresión a un árbitro, que ha quedado fuera de los beneficios aplicados por el indulto. Por ese motivo, el jugador del Granada Dani Benítez deberá cumplir los tres meses de sanción que le impusieron. «Esta medida de gracia no convierte en inocente al agresor sino que, en todo caso, le concede la conciencia de que pueda seguir agrediendo impunemente. Entendemos que es un mal ejemplo del fútbol español que un agresión como la que hubo quede sin castigo», concluyó.

«Nosotros siempre hemos sido muy respetuosos con estas medidas. En el pasado el protagonista fue el Barcelona y nosotros lo respetamos como hacemos en esta ocasión. No vamos a recordar sucesos anteriores», respondió Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Real Madrid, sin perder su tono habitual. Sin embargo, el mensaje ya estaba mandado. Butragueño, sin nombrarlos, se refería a los indultos recibidos por el Barcelona después del lanzamiento de una cabeza de cochinillo y una botella de whisky al césped del Camp Nou en la primera visita de Figo como madridista, y de la retirada de la Copa en la semifinal del año 2000, que debía haber supuesto un año sin disputar la competición.

«Respetamos al Barcelona», insistió Butragueño una y otra vez. «Respetamos la decisión del presidente de la Federación Española de Fútbol como hicimos en el pasado. El asunto está cerrado», afirmó.

El presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, se mostró a favor del indulto: «Me parece correcto por la concordia en el fútbol».

La final de Copa, con fecha, pero sin sede
Madrid- Los problemas para elegir un estadio que acogiera la final de Copa la temporada pasada no han servido para que la Federación haya cambiado su manera de organizar el torneo. Ayer, con todos los clubes presentes, no se planteó elegir una sede que evitara el espectáculo montado al final del campeonato pasado. Sí se decidió la fecha, el sábado 18 de mayo, aunque ese día hay jornada de Liga. Los dos equipos implicados adelantarían sus partidos al 8 de mayo y el resto de la jornada se disputaría el domingo 19. La Copa vuelve a disputarse en fin de semana sin convertirse en un torneo clandestino como parecía en los últimos tiempos.
La Supercopa se disputará con la Liga comenzada. El encuentro de ida se jugará en el Camp Nou el 23 de agosto y el 30, la vuelta en el Bernabéu.
La Federación, además, aprobó sus cuentas para este año, con un presupuesto de 111,5 millones de euros y un superávit de 9,3. Las cuentas permiten a la Federación renunciar a la subvención del Consejo Superior de Deportes, que ascendía a unos 3 millones de euros. Villar agradeció la asignación al secretario de Estado, Miguel Cardenal, presente en el acto, igual que el presidente del COE, Alejandro Blanco.