El destapado

Hay un tal Carmona, catedrático de Sevilla, que pretende disputarle las primarias a Rubalcaba, que ya es disputar por mucho que cuente con el aval moral de Chacón a la que todavía no se le ha pasado la sofoquina de haber tenido que echar el cierre antes de inaugurar el negocio. La gran ventaja que tiene este espontáneo de valor probado y vigorosa autoestima –es necesaria mucha seguridad en uno mismo para intentar torcerle los planes al que todo lo oye y todo lo ve– es que, de momento, no le toman en serio ni en su comunidad de vecinos. Y eso le va a salvar. Cualquiera que haya sesteado al abrigo de los documentales de la 2, sabe que cuando los tiburones se están disputando los restos de una presa, la posibilidad de que llegue un humilde lenguado exigiendo un reparto de los despojos más equitativo y no se lleve la del pulpo, es nula. Carmona anda pululando por youtube con un vídeo casero en el que invita al socialismo a adaptarse a las consignas del movimiento 15 M, y a los militantes a darle los 22.000 avales que necesita para convertirse en un aspirante de fundamento. De momento no se tienen noticias de que haya conseguido alguno, pero cuidadito, porque así empezó el Chiquilicuatre con lo de Eurovisión, y a lo tonto, acabó convertido en un fenómeno de masas.