Actualidad

Fotis Katsikaris: «Nuestro mérito es que no nos hemos vuelto locos»

En su estreno, su equipo afronta los cuartos ante el gran favorito, el CSKA

Fotis Katsikaris: «Nuestro mérito es que no nos hemos vuelto locos»
Fotis Katsikaris: «Nuestro mérito es que no nos hemos vuelto locos»larazon

MADRID- Fotis Katsikaris (16-5-1967, Korydallos) se confiesa «futbolero», pero esta temporada, «por los viajes que hemos tenido, no he podido ir a San Mamés». En una ciudad donde el Athletic es una religión, el Gescrap Bizkaia Bilbao Basket ha sabido encontrar su espacio. Katsikaris es una de las claves de un proyecto que se ha reinventado en tiempos difíciles. Estrenó pabellón y fue subcampeón de la ACB la temporada pasada. No se quedó ahí. En su estreno en la Euroliga se ha colado entre los ocho mejores dejando atrás a clásicos como Baskonia y Real Madrid. Esta semana afronta «una nueva aventura» ante el CSKA, el equipo llamado a proclamarse campeón de Europa en la «Final Four» de Estambul.

–¿Le recuerda todo esto a lo que vivió días antes de afrontar la pasada final ACB ante el Barça?
–Aquello fue todo tan rápido que no nos dio tiempo a pensar lo que estábamos viviendo. Eliminamos al mejor Valencia de los últimos años, luego al Real Madrid y dos días después estábamos jugando la final contra el Barça. Ahora hay tiempo para analizar y pensar a lo que nos enfrentamos. En el grupo existe la sensación de que se puede conseguir algo grande.

–¿Eso quiere decir que se puede competir contra el CSKA?
–Es muy complicado, podemos tener nuestras opciones, pero… El CSKA es el equipo con más talento y mejor armado de los últimos 10 años en la Euroliga. Algunos pueden decir que fue el Barça, pero para mí es superior el CSKA. Como juegan de rápido, como son de completos en todas las posiciones, tienen de todo y en todos los lugares de la cancha. Son muy grandes, muy rápidos y mientras todos los equipos buscan un líder en su plantilla, ellos tienen tres. Tienen un líder por puesto. Teodosic como base; Siskauskas entre los aleros y Kirilenko por dentro.

–Kirilenko ha dicho que podrían jugar en la NBA.
–Si él lo dice es porque lo sabe mejor que nosotros. Kirilenko me merece mucho respeto porque ha demostrado que es una estrella de verdad, no es la típica estrella tonta que ha jugado en la NBA. Ha estado muchos años en Utah Jazz a las órdenes de Jerry Sloan y eso merece un gran respeto. Sabe mejor que nosotros cómo es el juego allí y si dice que su equipo podría competir en la NBA...

–¿Y cómo se puede ofrecer resistencia a un equipo de ese nivel?
–Llegamos anímica y físicamente bien, con toda la plantilla, con todos los jugadores, para jugar. Porque en esta serie vamos a necesitar a los doce. No nos vamos a esconder, no vamos a usar trucos, no habrá trampas… Haremos un baloncesto directo, pero tenemos que saber que a campo abierto resultan imparables.

–¿Es fácil mentalizar a una plantilla para plantar cara a un equipo al que todos apuntan como próximo campeón de Europa?
–La plantilla tiene mucha hambre y el trabajo diario nos ha permitido llegar hasta aquí. El objetivo del equipo es ser competitivo siempre, en Liga y Euroliga, y aquí hay muchos jugadores que saben bastante lo que es competir.

–En la complicada situación actual, el crecimiento del Bilbao Basket en los últimos años parece poco menos que un milagro.
–Es que lo hemos llevado de forma muy tranquila. El gran mérito de este club, a diferencia de otros, es que no nos hemos vuelto locos. Somos conscientes de que vivimos una experiencia única y hay que disfrutar del momento. El club se preocupa por el futuro, pero no sólo el inmediato. Hay un proyecto basado en cosas reales y que puede tener continuidad. Y todo eso sabiendo que tenemos que ser ambiciosos, sin ambición no se llega a ninguna parte. Si eres conformista estás perdido.


«Agur y poco más»

Cuando la Grecia de Gallis y Yannakis ganó el Eurobasket en 1987, Katsikaris no era uno más de los 20.000 griegos que reventaban el Palacio de la Paz y la Amistad a diario. «Aquellos días fueron un sueño», asegura. Él jugaba desde los nueve años. Empezó de pívot y terminó de base. Una lesión le llevó a los banquillos. AEK, Dynamo de San Petersburgo, Pamesa, Aris y Bilbao desde enero de 2010. Habla cuatro idiomas, pero no euskera: «Sólo lo que sabe todo el mundo: agur y poco más».