Barcelona

Corbacho deja cuatro millones de parados el doble de lo que pronosticó

Una reforma laboral que no convence a nadie ponen fin a una trayectoria como ministro con más sombras que luces.

La reforma laboral, la de las pensiones y la de los servicios públicos de empleo, además de la huelga general, marcarán la salida del Ejecutivo del ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, para integrar las listas del PSC a las elecciones catalanas.

La reforma laboral ya está encaminada y afronta su último trámite parlamentario el próximo día 9 en el Congreso cuando, previsiblemente, se aprobará de forma definitiva tras votar las modificaciones introducidas en el Senado, que no alteraron profundamente el texto del decreto ley.

Esta reforma, que no satisface plenamente a los grupos políticos ni a los empresarios, ha sido especialmente criticada por los sindicatos porque consideran que facilita y abarata el despido y recorta derechos de los trabajadores.

La reforma, unida a las medidas anticrisis aprobadas en mayo por el Gobierno para reducir el déficit del Estado y la intención de retrasar la edad legal de jubilación a los 67 años provocó que CCOO y UGT convocaran la huelga general para el día 29 de septiembre.

Además, después de la convocatoria del paro, Corbacho anunció que le parecía "razonable"elevar de quince a veinte años el plazo para calcular el pago de las pensiones, declaración que avivó más los ánimos de los sindicatos para ir a la huelga.

Cuando llegó a Trabajo en abril de 2008, Corbacho se fijó como objetivo bajar de dos millones la cifra de parados, que entonces ascendía a 2.300.975, además de poner en marcha el plan de recolocación de los desempleados, especialmente, de los afectados por la crisis de la construcción.

También se marcó como desafío reeditar un nuevo acuerdo de diálogo social con patronal y sindicatos, pacto que se concretó en junio de ese año en la Moncloa en una reunión encabezada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Un año más tarde, en julio de 2009, y tras unas negociaciones infructuosas, Corbacho anunció, pese a su reiterado interés por el diálogo, que el Gobierno adoptaría medidas si no se alcanzaba un acuerdo.

El 24 de ese mes, el ministro dio por zanjado el diálogo social entre sindicatos y patronal, a la que responsabilizó del desacuerdo, por su actitud "intransigente y poco constructiva".

El mandato de Corbacho ha estado marcado por la mayor crisis económica en décadas, lo que ha provocado una enorme destrucción de empleo y ha elevado el número de parados registrados hasta casi los cuatro millones.

El actual ministro, que fue alcalde de L'Hospitalet durante catorce años, presidente de la Diputación de Barcelona y responsable de política municipal del PSC, volverá a Cataluña para integrar las listas de este partido a las elecciones generales.