La salud del Rey
Un área reservada en el Clínico
«Sin prisas, pero sin pausas». Fue la recomendación que recibió Don Juan Carlos cuando le plantearon la operación tras someterse al chequeo en la Clínica Planas de Barcelona el pasado 28 de abril. Sus médicos de confianza le recomendaron, además de que dejara el vicio del tabaco –consejo que al parecer acató desde el primer día el Monarca–, someterse a la operación en el Hospital Clínico de Barcelona, uno de los centros de referencia de nuestro país, donde el doctor Laureano Molins es jefe de Cirugía Torácica.
Fue cuestión de encontrar la mejor fecha por los compromisos de la agenda del Rey para fijar el mejor día para la intervención, un sábado, cuando además la actividad en un centro hospitalario es menor. Don Juan Carlos se recupera ahora en las instalaciones de este hospital fundado en 1906, cuyos responsables comenzaron a preparar una zona para su máximo confort y que se pudieran cubrir todas sus necesidades desde el mismo día en que se sometió al chequeo y se decidió que la operación tendría lugar en el Hospital Clínic. Sus responsables se mostraban ayer orgullosos de que Don Juan Carlos se hubiera decantado por este centro público, que pasó a ser gestionado por la Generalitat hace dos años, y, desde estonces, está sometido a un proceso de ampliación. El Clínico, además, cuenta en su sede central en pleno corazón del Eixample barcelonés con una zona de medicina privada (Barna Clínic), un espacio idóneo para hacer frente a las necesidades de un ingreso de estas características.Don Juan Carlos se recuperará de la intervención en el centro hospitalario durante tres o cuatro días, explicaron los médicos. Ayer mismo comenzó a alimentarse con una dieta líquida, como es habitual en las personas que se someten a este tipo de intervenciones, que toleró bien, según apuntó el parte médico. Ahora que se recupera en planta, la previsión es ampliar la dieta a medida que se recupera.
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