Francia
Los efectos revolucionarios de un transporte público gratuito
Según las estadísticas, más de la mitad de la población mundial vive cerca de un centro urbano y el tráfico en las ciudades crece exponencialmente. A los problemas de circulación se unen riesgos graves para la salud. Instaurar una red de transportes sin coste para los pasajeros, ¿qué beneficios conllevaría?
Existen sistemas de transporte que cuentan con abonos mensuales para niños, estudiantes y ancianos. Pero, ¿qué impacto tendría un sistema de transporte gratuito? Una población más sana y un sistema de movimiento más eficiente serían las dos consecuencias inmediatas de un sistema de transporte gratuito, según diversos estudios. Sin embargo, existen aún pocos incentivos para promover el uso masivo de los autobuses, metros, tranvías y trenes.Una forma de reforzar los incentivos y aumentar el uso del transporte público es hacer que todo el transporte público gratuito para los pasajeros, según el profesor de sociología en la Universidad de Wisconsin, Erik Olin Wright. Apunta a unos beneficios directos en la salud, el ecosistema y en determinados gastos asociados a la saturación de coches, como por ejemplo el ahorro de gastos continuos en el mantenimiento de carreteras.La recaudación proveniente de los billetes emitidos representa en muchas ciudades menos del nueve por ciento del presupuesto anual de transportes, una cantidad poco significativa si se compara con los gastos multimillonarios de la sanidad o la lucha contra el cambio climático directamente relacionados con la contaminación del tráfico. Tampoco hay que olvidar el coste de emisión de billetes, controladores, etc.Efecto invernaderoUn transporte público gratis para el viajero reduce la contaminación del aire, incluidos los gases de efecto invernadero, lo que ayudaría a mitigar el calentamiento global. Según el sociólogo, sería un beneficio para la sociedad en general, ya que se contribuiría a una reducción a largo plazo de la pobreza con un sistema más igualitario. Además, crece el número de ciudades turísticas que han creado sistemas de transporte gratis. La ciudad estadounidense de Baltimore mantiene una flota de 21 autobuses con tres rutas que cruzan la ciudad sin coste para los viajeros, según apunta la web Big Think. Y en Francia, ciudades como Aubagne, Compiegne y Châteauroux tienen implantado este sistema desde hace años. «Se trata de dar la posibilidad a los usuarios de acceder a un transporte que ellos mismos financian con sus impuestos», dijo el sindicato de transportes al respecto del caso de la ciudad de Aubagne.«No» a los billetes de transporteEl objetivo sería crear un punto de inflexión que multiplique el número de personas que utilizan el transporte público. «Por supuesto, el transporte público tiene que ser pagado», escribe Wright, «pero no a través de la compra de billetes, sino que deben ser pagados por la sociedad en su conjunto a través de los impuestos».
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