Barcelona

Las entidades sociales suplen al Govern ante los retrasos de la renta mínima

La conselleria de Benestar Social i Familia volvió ayer a ser un hervidero de gente que hacía cola para reclamar la Renta Mínima de Inserción (Pirmi), que aún no ha llegado a muchas personas. El horario de oficina acabó a las 14.00 horas y aún había una cola importante en las inmediaciones del departamento. «Esto es una vergüenza» fue la más frase más oída entre los demandantes.

El retraso de las ayudas provocó una larga cola frente a la conselleria de Benestar Social i Familia
El retraso de las ayudas provocó una larga cola frente a la conselleria de Benestar Social i Familialarazon

Estos retrasos de la Generalitat están siendo suplidos, en parte, por la voluntad y las ayudas de entidades como Cáritas, Fundació Arrels, Cruz Roja y la Asociación por la Promoción e Inserción Profesional (Apip). No están desbordadas, pero sí que están intentando paliar, en la medida de lo posible, los problemas derivados de la burocracia de las administraciones.

Pago con cheque
La polémica viene del cambio en el modo de pago de las ayudas decretado por la Generalitat. Para evitar que personas que no viven en Cataluña sigan cobrando, todo se hace ahora a través de un cheque bancario normal, en lugar de la transferencia a la cuenta corriente. Teóricamente, se tiene que recibir el cheque por correo el primer día de mes, pero muchas personas aún no lo tienen.

La portavoz de Cáritas, Juana Martín, explicó ayer a LA RAZÓN que «estamos atendiendo a gente, hacemos un seguimiento especial de cada caso, y poco a poco las peticiones de ayudas van goteando, aunque sin desbordarse». Martín destacó que «estos días todo va a ritmo normal, tampoco es que tengamos avalancha de demanda de ayudas, y siempre depende todo de cada caso, son diferentes el uno del otro».

Para facilitar estas ayudas, Cáritas se coordina con diferentes ayuntamientos y con los servicios sociales. Muchas de estas personas que están en riesgo de exclusión social y que necesitan cobrar el Pirmi han acudido estos días a sus consistorios, que han intentado ayudar en la medida de lo posible. Unas 200 personas se concentraron ayer ante la sede de la Generalitat en Girona para protestar por el retraso en el cobro de las ayudas, mientras que en Terrassa, Sabadell y Santa Coloma de Gramenet los ayuntamientos se han visto desbordados por la avalancha de personas pidiendo ayuda.

Por su parte, la Fundació Arrels también está ayudando a las personas que aún no han cobrado la Renta Mínima de Inserción. Su portavoz, Ramon Noró, explicó a este diario que «estamos atendiendo a 45 casos de afectados por los retrasos en el pago del Pirmi». «Estamos en contacto con ellos cada día, les acompañamos en lo que haga falta», añadió.

Estos afectados están adscritos a un programa de Arrels que facilita pisos de alquiler a unos 150 euros al mes, un coste que puede variar dependiendo del caso. «Lo que queremos es ayudarles a que sean lo menos dependientes posible», señaló Noró.

El ambiente ayer frente a la sede de la citada conselleria era de sensación de fraude por los retrasos. Los afectados se quejaban de que se agota su límite para cobrar el cheque de la ayuda y que no hay manera de que se les atienda en el número de atención al cliente de la conselleria.
La mayoría de los casos eran de personas en una situación casi extrema, que no pueden pagar su alquiler o que tienen que pasar el resto del mes con una cantidad que en ningún caso sobrepasa los 200 euros