La Iglesia condena los anuncios de sexo como «cómplices» de la trata

MADRID-En la rueda de prensa final tras la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal, el portavoz de los obispos, Juan Antonio Martínez Camino, calificó la prostitución de actividad «inhumana» y «bochornosa» y aseguró que los prelados españoles mantienen la posición que expresaron ya en 2001 en el documento «El drama humano y moral del tráfico de mujeres», en el que se afirma que los medios de comunicación, «mediante los anuncios de ofertas sexuales, se convierten, en función de los ingresos económicos, en cómplices de este mercado de seres humanos». Esta misma expresión («mercado de seres humanos») la recupera el documento que esta semana han publicado Cáritas, la Conferencia de Religiosos, Justicia y Paz y los secretariados de Migraciones y Pastoral Social de la Conferencia Episcopal. Martínez Camino pidió que la prostitución «pueda ser eliminada poco a poco por un consenso moral que se refleje en disposiciones legales». También quiso explicar la postura católica contra la eutanasia, aunque sin referirse específicamente al proyecto de ley de muerte digna del Gobierno español, dijo, «hasta que no tengamos el texto».

Presionar para suicidarse
«Imaginemos que a un anciano se le da un barbitúrico o veneno para que voluntariamente se quite la vida. ¿Qué pensará el vecino de arriba, también anciano? ¿No se sentirá presionado él también para que "voluntariamente"se quite la vida?», planteó. Afirmó que «la muerte causada por otro es siempre indigna. No se puede matar a un humano inocente bajo ningún concepto, directa o indirectamente. Pero tampoco es ético retrasar la muerte absurdamente», dijo, refiriéndose al encarnizamiento terapéutico, que la Iglesia no acepta. «Evitar el dolor, incluso si así se acorta la vida, sí es lícito», afirmó Martínez Camino sobre las técnicas de cuidados paliativos.

 «No se puede aconsejar el preservativo»
Martínez Camino afirmó que en el libro-entrevista de Peter Seewald «no hay nada en las afirmaciones del Papa que legitime ni la prostitución ni el uso del preservativo», afirmó que la doctrina de la Iglesia no ha cambiado y recordó que «el preservativo nunca se puede aconsejar», repitiendo una frase que los obispos ya usaron en una nota de 2005. «Las palabras del Papa están clarísimas, es la doctrina de siempre de la Iglesia» afirmó. Recomendó la obra de Seewald: «es un libro precioso, hemos comprado ejemplares para que se lleven a casa los obispos» y explicó que a «quien lo lea con sosiego y tranquilidad le puede pasar como al autor, que si no era creyente, se haga creyente». Confesó con satisfacción que «he leído el libro en alemán, que creo que es su idioma original, y nos revela muy de cerca el corazón y la mente del Papa».