El Papa bajo el árbol de la Vida en la JMJ

Así será el elemento central del altar desde el que Benedicto XVI se dirigirá a los miles de peregrinos que asistirán a la vigilia y eucaristía de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud los próximos 20 y 21 de agosto. El estudio de Ignacio Vicens, veterano en estas lides papales, ha elaborado una enorme estructura de más de 200 metros de largo sobre la que podrán estar más de 3.000 personas.

Se trata de un escenario minimalista a priori, esto es, un estrado modular con visera asimétrica en blanco, que busca simular, según sus creadores, «una montaña con diferentes colinas». Sin embargo, cuando caiga la noche, el fondo del escenario se convertirá en una enorme pantalla sobre la que se proyectarán imágenes, colores... Y en medio de este paisaje de arquitectura efímera basada en sistemas modulares se erige el Árbol de la Vida, una metáfora de la Cruz de Jesús que enlaza con el lema que el propio Benedicto XVI escogió para presidir estas jornadas: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe». Y como lo que se busca es que el Papa se sienta como en casa y no se vea agotado por el calor que se espera haya en la capital, los arquitectos han previsto un «microclima» con ayuda de vapor de agua que permita rebajar los grados. «Nuestro objetivo es que ni perciba el escenario, que se encuentre como en casa, que no sienta calor para que pueda centrarse en lo importante: lanzar su mensaje a los jóvenes y encontrarse con ellos», explican desde el estudio Vicens+Ramos.

Todos estos detalles se conocieron ayer en una rueda de prensa en la que también se presentó el escenario donde tendrá lugar a acogida de los jóvenes en Cibeles, con el Palacio de Correos al fondo, que también ha elaborado el equipo de Vicens. Para hacerse una idea de las dimensiones de ambos estrados, sólo en el de Cibeles estarán subidas al mismo tiempo unas 1.200 personas. Aun así, las superficies parecen quedarse pequeñas para todos aquellos que formaran parte del grupo de «elegidos» que compartirán escenario con el Papa.

Acceso a discapacitados
También llevan el sello de este equipo de arquitectos los 200 confesionarios con forma de velero que se instalarán en el Retiro, que se convertirá en el «Parque del Perdón», donde sacerdotes de todo el mundo confesarán a los peregrinos en más de 30 idiomas. De hecho, durante la mañana del sábado 21, Benedicto XVI se acercará para confesar por primera vez en una JMJ a un grupo de jóvenes.

Tanto los escenarios como el resto de espacios de la JMJ se han pensado para facilitar el acceso a los peregrinos enfermos o con alguna discapacidad. Así, se ha elaborado un dispositivo especial para que 4.000 jóvenes discapacitados puedan participar sin problemas. Más de 1.500 se alojarán en centros adaptados y un total de 600 voluntarios se dedicarán a atender sus necesidades. «Así, por ejemplo, contaremos con una carpa de discapacitados en el Parque del Retiro, climatizada y con diez stands, que tendrá "un coste cero"gracias a la colaboración de la Fundación Adecco», comentó María José González, responsable del Área de Discapacidad de la JMJ.