Castilla y León
Herrera anima a la sociedad civil a ser valiente y a arriesgar
Juan Vicente Herrera apuesta por asentar una ética ciudadana ante la cada vez más profunda crisis de valores.
VALLADOLID- Una llamada a la ética ciudadana, al desarrollo de unos valores humanos compartidos. Una apuesta por la valentía para afrontar el futuro con optimismo y, de esa manera, hacer más próspera y dinámica a toda la sociedad. Fue el principal llamamiento del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera durante la entrega de los Premios Castilla y León en un acto celebrado en el Auditorio Miguel Delibes en la capital vallisoletana.
Porque en Castilla y León «hay mucho talento, hay capacidad de iniciativa, de riesgo y de innovación», dijo Herrera y así reivindicó el protagonismo de la sociedad civil, para generar riqueza y progreso en esta tierra. Herrera no quiso olvidarse en el inicio de su discurso de «los dramas humanos que permanecen, especialmente los de todos los paisanos que no encuentran trabajo». Es, por ello, que llamó a los poderes públicos y a la sociedad castellano y leonesa a «una movilización permanente» con el objeto de «mantener la esperanza en el futuro».
En este sentido, lamentó que cada vez se perciba más «una profunda crisis de valores detrás de la crisis material que sufrimos» donde se da más importancia «al parecer que al ser, al tener que al hacer» y, donde cuentan más «las ambiciones individuales, libres de todo compromiso con la sociedad actual».
Por eso, puso en valor la trayectoria y el mérito de todos los premiados que representan «lo mejor de nuestra sociedad y que constituyen un oportuno ejemplo de esfuerzo, dedicación y buen hacer». Y, reivindicó también, la fiesta de estos Premios y la del próximo 23 de abril, argumentando que «celebrar nuestras raíces nunca debe ser ni límite, ni lastre, ni freno. Ni motivo para ensimismarse, ni razón para ser más pequeña».
No quiso desaprovechar la ocasión Herrera para reiterar la convicción en el estado de las autonomías: «Sus luces están siendo muy superiores a sus sombras» y para defender también la «nobleza» del trabajo político y del municipalismo, «el trabajo de aquellos que no tienen en la política su ocupación habitual, que a día de hoy son más necesarios que nunca».
Herrera acababa su intervención citando a Vargas Llosa, aunque añadiendo palabras propias: «Castilla y León, ese lugar en el que podemos permanecer y vivir. Soñar y crear. Trabajar y sentir. Gozar y sufrir...»
Entrega de premios
Y uno por uno, los premiados comenzaron a recoger sus galardones. José Antonio de Saja, Premio de Investigación Científica y Técnica, fue el primero. Un ejemplo, en palabras de Herrera de «constante labor a favor de la transferencia efectiva de la innovación y la tecnología al mundo empresarial e industrial para incrementar su capacidad de competir».
Tras De Saja, el turno fue para el Premio de las Artes, que recayó en el zamorano Enrique Seco San Esteban, «un perfecto ejemplo de esa creatividad natural, popular, autodidacta y casi poética en toda su obra», a lo que añadía el propio Herrera «su captación perfecta de la esencia de los personajes y los paisajes del entorno rural».
Andrés Trapiello recibía el Premio de las Letras. «Un patriota de su lengua», así lo definía Herrera quien destacó que lo considera imprescindible «para entender el drama profundo de la guerra civil entre las dos Españas».
El Premio de las Ciencias Sociales y Humanidades fue para Justino Duque Domínguez. «Un largo y fructífero magisterio vinculado a las universidades de Castilla y León, donde ha generado además una pródiga escuela de destacados juristas, profesores universitarios y hombres públicos», decía de él, el presidente del Ejecutivo autonómico.
Jean Pierre Laurent, como representantes de Renault España, recogía el Premio de la Protección del Medio Ambiente, por la apuesta asumida con el coche eléctrico Twizy. Juan Vicente Herrera agradeció a la multinacional francesa «esa iniciativa de futuro y de compomiso, que ha logrado también concitar la ilusión y el apoyo de toda la sociedad y de todas sus instituciones».
El jurado del Premio de los Valores Humanos elegía este año a José María Martín Patino por su altruismo, solidaridad y respeto, valores que rescató Herrera para agradecerle su dilatado compromiso con todos ellos a lo largo de su vida.
Eloísa García de Wattenberg subía al escenario para recoger de manos de Herrera el Premio de Restauración y Conservación del Patrimonio, que le reconocía «su trabajo incansable para que los museos de Castilla y León, desde la mejor difusión, muestra y conocimiento de sus contenidos, se contemplen como instrumentos activos al servicio de la cultura y de toda la sociedad».
El último galardón, el de Deportes, fue para el ex atleta palentino Isaac Viciosa, «por una brillante trayectoria de éxitos deportivos y por volcar actualmente toda esa experiencia en la formación de las jóvenes y futuras promesas».
El valor de la palabra
Quizá por ser el más habituado a bregar con las palabras, Andrés Trapiello cogió el testigo de los galardonados para hablar por ellos y reivindicar «que no falten nunca las palabras». El escritor leonés recordaba que, a pesar de llevar lejos de Castilla y León muchos años, «casi dos tercios de mi vida», como otros muchos, «nunca nos hemos ido de aquí» y retornó a sus primeros años de infancia, en su tierra natal leonesa en los que dijo, despertó a la lengua y al idioma.
En la entrega de los Premios se pudo ver, entre otros, a la cúpula mayor del Gobierno Herrera, al vicepresidente del Senado, Juan José Lucas, al presidente de las Cortes, José Manuel Fernández Santiago, el delegado del Gobierno, Miguel Alejo, el candidato del PSOE a la Junta, Óscar López, o los secretarios regionales de UGT y CC OO, Agustín Prieto y Ángel Hernández.
Salgueiro reivindica «el arco de saberes» de los Premios
valladolid- La consejera de Cultura y Turismo, María José Salgueiro, reivindicó «el arco de saberes y de valores» de los Premios Castilla y León, claves «para sustentar las modernas sociedades». Son ya 150 personalidades y más de una veintena de fundaciones e instituciones los premiados desde su vigencia, declaraba Salgueiro, quien no quiso olvidarse, en su intervención, de aquellos que han fallecido este año como Luis Sáez, Fernando Urdiales, Valentín García Yebra, Josefina Aldecoa y Catalina Montes. Este acto de homenaje, que finalizaba con la intervención de un octeto de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, contó con la presencia de las principales personalidades del mundo de la política, de la vida social, la economía, y la sociedad castellanos y leonesa, que brindaron, un año más, por unos Premios arraigados en la tierra y que homenajean el valor, el esfuerzo y el buen hacer de los más notables castellanos y leoneses.
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