Río de Janeiro

Atletismo / De la piscina al tartán

Las lesiones reducen las opciones de Nuria y Natalia en el 1.500

Nuria Fernández y Natalia Rodríguez después de una carrrera
Nuria Fernández y Natalia Rodríguez después de una carrreralarazon

Londres- Las chicas del 1.500 entran en escena en las series de hoy con algunas dudas. Tras la decepción de la actuación masculina en la prueba más clásica del atletismo español, ahora les toca a ellas, que tienen calidad demostrada para hacer soñar a los aficionados, pero han tenido problemas con las lesiones. «¿Que cómo veo la final? Tú no sabes cómo es una prueba de 1.500. Hay empujones, acelerones, muchas rivales... Lo único que veo es la primera ronda», decía Nuria Fernández a un mes de los Juegos. Se sentía fuerte, sin ponerse límites, sobre todo si la prueba es más táctica que rápida, como suele suceder en las grandes citas. Pero hace dos semanas tuvo un contratiempo. Después de competir en el mitin de Madrid, que ganó, la campeona de Europa en 2010, forzó tanto que se hizo una pequeña rotura en el gemelo y que la ha tenido prácticamente alejada de las pistas. «Ha tenido que recurrir a entrenamientos en el agua y a una máquina antigravitatoria, en la que el cuerpo pesa menos», dicen desde su entorno. La idea era no cargar demasido la zona dañada, pero intentar mantener la forma. «Llega un poco falta de carreras, ya veremos», insisten. Tendrá que pasar prácticamente de la piscina al tartán.
Nuria, que también fue operada a finales del año pasado en una rodilla, convive con sus dudas cercanas y Natalia Rodríguez, quizá la que más opciones tenía, porque ganó un Mundial que le quitaron por un empujón y en 2011 fue medalla de bronce en otro, se acuerda de las del pasado. Un esguince mal curado trastocó toda su preparación. En diciembre corrió su última carrera y durante todo el invierno estuvo con muletas. Se saltó la parte de la temporada importante para acumular trabajo y ahora ha tenido que duplicar sus esfuerzos para coger la forma. Tanto, que para preparar los Juegos ha renunciado a su cargo de concejala de deportes en el Ayuntamiento de Tarragona, un acto que la honra, porque no llegaba a todo.
El entrenamiento es lo primero y los Juegos, el gran objetivo. «Estoy liberada. Ahora pienso en Londres», dijo la catalana después de colgarse el bronce el año pasado en Daegu. Su descalificación en Berlín la afectó mucho, aunque ya había logrado salir antes de situaciones peores. Natalia pensó incluso en la retirada tras una mala época, pero ser madre la transformó. Después de tener a su hija Guadalupe, nació también una nueva atleta que dio lo mejor de sí misma. A los 33 años, seguramente sea su última oportunidad de hacer algo grande en los Juegos. Nuria Fernández, también mamá de una niña, Candela, está a punto de cumplir 36 y no se ve en Río de Janeiro 2016. Hoy tendrán que oponerse a la adversidad para seguir adelante. Isabel Macías es la tercera integrante del grupo del «milqui». También es la más joven (27) y debutará en unos Juegos Olímpicos. Logró la marca en el último momento.