En brazos de la mujer madura

Dentro de dos meses, Catherine Zeta-Jones tendrá 41 años, mientras que su marido, Michael Douglas, acaba de cumplir 65, una diferencia de edad que siempre dio que hablar en Hollywood, aunque entre ellos existe completa armonía. Zeta-Jones estrena «Mi segunda vez» («The Rebound»), un filme de Bart Freundlich donde la sirena galesa demuestra que, a la hora de envejecer, lo hace con gracia y elegancia. Su papel es el de una mujer interesada en hombres mucho más jóvenes. «Mis días como "sex-symbol"en Hollywood están contados; que ahora interprete a una madre es una progresión natural», dice muerta de risa. Y asegura: «Mucha gente habla de lo difícil que es encontrar buenos personajes para actrices mayores pero, francamente, no es mi caso. He leído en los dos últimos años una buena cantidad de guiones en los que las mujeres tienen tres dimensiones. Eso me hace confiar en Hollywood».Catherine asegura que es un mito que las mujeres dejen de trabajar a los 40 en Hollywood: «Estoy aquí para demostrar que a esa edad podemos hacer nuestro trabajo tan bien como las de 20. No pienso convertirme todavía en una actriz del pasado. Voy a seguir buscando personajes jugosos para demostrar que las actrices mayores tienen la misma fuerza en Hollywood que los hombres y las jóvenes». Pero la artista conoce la presión que esta industria ejerce con el paso del tiempo: «Si vives en Los Ángeles no puedes ir a ningún lado sin ser criticada porque has ganado peso, porque tienes marcas en la cara, por las arrugas... Ésa no es la vida que yo quiero». El debut de Zeta-Jones en la serie de televisión «The Swansea Girl» la convirtió en estrella en apenas un año, aunque el gran éxito de su carrera fue «La máscara del Zorro». Ella y Douglas tienen dos hijos: Dylan, de nueve años, y Carys, de seis. Y asegura que aún puede elegir los filmes que quiere.

Madre de dos hijosEn «Mi segunda vez» interpreta a Sandy, una madre de dos hijos que descubre que su marido le ha sido infiel. Ella le abandona y se va a vivir a Manhattan, donde conoce a Aran, un joven de 25 años al que contrata como niñera. «Es una comedia divertida. Para mí, la reacción de esta mujer que se ve obligada a rehacer su vida tiene sentido», cuenta la intérprete. Y deja claro algo: «He hecho películas comerciales en Hollywood y filmes independientes como "Traffic"y "Alta fidelidad", y con todas he disfrutado como actriz».