Cefas no será vicepresidente

Hace unos días descarté proponer mi incorporación al futuro Gobierno como vicepresidente económico por mis lagunas y mi pobre inglés. Me hago auténticos líos con la jerga técnica, aunque sonaba bien: «Cefas, vicepresidente». Es cierto que me tengo en alto aprecio y que mi sentido común eclipsaría a mi antecesora, pero creo que no puedo poner en riesgo el programa reformista con una candidatura excéntrica como hizo Rubalcaba al imponer a su ex amiga Calamity Salgado. La otra razón, de mayor peso y más seria, es que he encontrado el equipo perfecto para Rajoy. No creo que influya en nada, pero me permito proponerlo ya que coincidimos en nuestra inquietud por la crisis. Un candidato ideal sería José Manuel Soria, que es técnico comercial del Estado, cuenta con un gran peso político, tiene sintonía con el futuro presidente y habla idiomas. Guindos, que es otro brillante técnico comercial, lo colocaría en el Banco de España para poner orden. Por tanto, ni independientes ni tecnócratas sino economistas potentes, creíbles y con peso político.