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Francisco Antonio González: «La frontera de Ceuta tiene en proporción más tráfico que la de San Diego»

Francisco Antonio González: «La frontera de Ceuta tiene en proporción más tráfico que la de San Diego»
Francisco Antonio González: «La frontera de Ceuta tiene en proporción más tráfico que la de San Diego»larazon

SEVILLA- El delegado del Gobierno en Ceuta desborda el cargo tal y como se define en el resto de comunidades españolas. Los delegados de otras regiones tienen un número de tareas mucho más restringidas. En su caso, el elevado número de competencias no transferidas implica que Francisco Antonio González tenga responsabilidad –y mando- sobre sanidad, cuerpos y fuerzas de seguridad, inmigración o fomento, cartera que el nuevo responsable del ejecutivo de Rajoy en la ciudad autónoma considera «trascendental porque necesitamos la maquinaria del Estado para que fluya la economía». «Paco-Antonio» para los que trabajan codo con codo con él, sabe de las peculiaridades, necesidades y oportunidades de Ceuta y reconoce que sus años como diputado en las Cortes han desembocado ahora en una responsabilidad mucho más objetiva. En Ceuta, con un censo de 83.000 personas, casi la mitad de los ciudadanos son de origen peninsular y la otra mitad, de procedencia bereber, aunque, como él apunta, «esta población crece mucho y se expande». «Ceuta es un modelo de convivencia, tenemos un positivo colorido social. Seis millones de personas atraviesan anualmente la frontera, por lo que en proporción a sus 19 kilómetros cuadrados y su densidad de población este tránsito es muy superior al de la frontera de San Diego en EE UU. Afortunadamente está bastante normalizado».

El peso de la Administración general del Estado en la ciudad hace que «pese a la grave situación económica que atravesamos, el oleaje económico, los picos de sierra sean más suaves. Nuestra curva económica está mucho más redondeada y eso permite que se achaten tanto los ciclos de bonanza como los de depresión. Es verdad que el consumo, pese a la seguridad en el empleo de los funcionarios, se ha frenado». Al comienzo de esta nueva legislatura, la Delegación se ha fijado tres objetivos fundamentales: «El primero, que la seguridad en Ceuta, mejore, que se acabe con la inseguridad subjetiva. Hay que atajar problemáticas que siendo de origen social, de marginación, acaban entrando en la delincuencia. La depresión social y el fracaso escolar, deriva en la gamberrada y de ahí a infringir la ley sólo hay un paso. En segundo lugar, nuestro ratio de educación arrojan cifras manifiestamente mejorables, con altas tasas de fracaso escolar. Nuestro plan incluye aprovechar infraestructuras que se van a quedar vacías para instalar nuevas aulas de primaria y secundaria. El tercer tema que nos preocupa mucho es que el flujo fronterizo provoque una presión en la atención sanitaria y educativa. Las urgencias del pasado año alcanzaron las 56.812 personas atendidas. Sobre una población de 83.000 personas, esto supone más del 70% pasando por urgencias. El dato distorsiona la realidad. Hay 7.337 personas del país vecino que han sido atendidas sin ningún tipo de seguro médico».

Sobre las relaciones con Marruecos, el delegado sostiene que «tengo la esperanza de que inauguremos una nueva etapa. Al margen de la españolidad de Ceuta y Melilla, recogida en la Constitución, Rabat tiene una oportunidad tremenda de mejorar el entorno económico del norte del país y mejorar la calidad de vida de sus nacionales gracias a Ceuta y Melilla. Las relaciones tienen que estar basadas en la confianza. En el ámbito de mi competencia, y con la autorización del Gobierno de España, quiero mantener una relación fluida. Prioritariamente en la sanidad, en la atención de los menores y en la fluidez en el tránsito de la frontera. Se sabe que las personas de la provincia de Tetuán, igual que las que tienen frontera entre otros países del espacio Schengen, entran y salen de nuestra ciudad. Queremos mejorar las infraestructuras de la frontera porque aquí hay una economía que debemos pulir».

En relación al problema de los menores, González recuerda cómo el «fiscal general, Cándido Conde Pumpido, derogó una instrucción del fiscal Cardenal que propició que 200 chavales abandonados, de entre 16 y 18 años, deambulen sin poder ser atendidos y creando problemas de orden público. A esto hay que darle una solución legal y práctica».