La bipolaridad de Kirchner con YPF

Madrid- La hemeroteca es cruel. Todo lo recoge y, antes o después, todo lo devuelve. En ocasiones, con efectos devastadores, dejando en evidencia a sus protagonistas. En el caso de la expropiación de YPF, deja claro un vertiginoso e incomprensible giro en la actitud del Gobierno argentino con respecto a la gestión de Repsol, como recoge una inserción publicitaria que la petrolera española hizo ayer en la prensa argentina para defender su gestión. El principal motivo esgrimido por Cristina Fernández de Kircher para expropiar YPF a Repsol –su falta de inversión–, contrasta con el respaldo que hasta hace cuatro meses ofreció su Ejecutivo a la estrategia de la petrolera española.
Los mismos que el 2 de noviembre de 2011 afirmaban que estaban «en todo de acuerdo» con la compañía –según dijo Roberto Baratta, miembro entonces del Gobierno argentino del consejo de YPF–; declaraban apenas dos meses después, por boca de su presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que no se podía volver a los tiempos de virreinato, «donde se llevaban todo el oro y la plata y no dejaban nada». Lo curioso es que, entre ambas declaraciones, Repsol no varió un ápice su política en YPF.
Esa estrategia había sido alabada en los años previos por todos los dirigentes del Ejecutivo de Kirchner. Su ministro de Planificación, Julio de Vido, no pudo ser más claro. «Trabajando a la par y conversando, los objetivos se alcanzan», afirmó el 10 de mayo de 2011 tras el descubrimiento del yacimiento de Vaca Muerta. Su compañero de Gobierno Amado Boudou ya había afirmado el 3 de febrero que «YPF está haciendo un esfuerzo muy fuerte» para producir hidrocarburos.
Ese «esfuerzo» se convirtió apenas nueve meses después en una política «de vaciamiento, de no producción, de no exploración», como la definió Kirchner el 16 de abril cuando hizo mención a la expropiación. De hecho, en el proyecto de Ley de Expropiación se asegura que desde que Repsol adquirió YPF en 1999 inició un «progresivo proceso de desmantelamiento y vaciamiento de la principal petrolera del país» pese al respaldo que ofreció el Gobierno argentino a Repsol hasta finales del pasado año.
No es extraño que, a la luz de estos cambios tan radicales de opinión y sin motivo aparente, Repsol se pregunte: «¿Qué razones hay para este cambio de actitud que ha acabado con la confiscación de las acciones de Repsol en YPF?»

Lukoil desembarca en España
El gigante petrolero ruso Lukoil ha desembarcado en España tras su alianza con la catalana Meroil, que se ha materializado en la inversión de 50 millones para la construcción de una gran plataforma petrolífera en el Puerto de Barcelona, inaugurada ayer. El proyecto está participado a partes iguales por ambas empresas. La nueva plataforma convierte a Barcelona en una de las mayores plataformas logísticas petrolíferas del Mediterráneo y en un importante «hub» o punto de conexión para recibir y exportar hidrocarburos a todo el mundo.