Prisión sin fianza para el marroquí que mató a su pareja «por celos»

 En torno a las 10:00 horas de ayer fue puesto a disposición judicial Issam M., el ciudadano de origen marroquí, de 36 años, que en la noche del pasado miércoles, presuntamente, degolló a su pareja, Carmen Redondo, de 39 años, en el domicilio que ocupaban en el número 15 de la calle Luis Cadarso de la capital, en el barrio de San Roque. Issam –que había sido detenido en tres ocasiones anteriores, una de ellas por maltrato, y sobre el que pesan medidas cautelares en materia de extranjería– declaró sobre las 12:00 en el juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3. Tras ello, se decretó su ingreso en prisión sin fianza con la imputación provisional de un delito de homicidio. Si se mantiene este cargo, la pena será de entre 10 y 15 años de cárcel.

El arrestado, detenido en las inmediaciones de Pino Montano tras darse a la fuga una vez que avisó del crimen, tiene otra causa pendiente en el juzgado de Violencia sobre la Mujer número 4 por amenazar de muerte a su esposa, según señaló ayer el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Carmen Redondo, por contra, nunca llegó a ratificar las denuncias por maltrato y en dos ocasiones se acogió a su derecho a no declarar en contra de quien ha acabado con su vida.

En su declaración policial, mantenida, en principio, en el juzgado, Issam M. atribuyó a «los celos» el origen de la agresión que derivó en el homicidio de Carmen, según fuentes próximas a la investigación. El marroquí, al parecer, no veía con buenos ojos la relación de amistad de la víctima con su ex pareja, Isidro Sacristán, una de las personas que encontró el cuerpo de Carmen degollado. «Yo era su paño de lágrimas», aseguró Sacristán a LA RAZÓN de Sevilla. La propia ex pareja se cruzó con el presunto asesino la tarde del crimen y éste le hizo «el gesto de cortarle el cuello», lo que le puso en alerta para avisar a la Policía Nacional, aunque pensó que se refería a él.

Según declaró el detenido, cogió un cuchillo de la cocina y apuñaló a Carmen Redondo, siendo ella misma «en el forcejeo» quien se degolló. Fuentes de la investigación aseguran que se dispone de pruebas para demostrar que esto no es cierto y que la cuarta mujer asesinada a manos de su pareja o ex pareja en Sevilla, la número 58 en España este año, no fue una muerte accidental. Se piensa, aunque se está a la espera de que los análisis lo corroboren, que el arma encontrada en la mochila que Issam portaba cuando fue detenido es la del crimen.

La titular del juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3 se ha inhibido a favor del número 2, «al que le corresponde la instrucción al hallarse en funciones de guardia en el momento de producirse el hecho», según el TSJA. Si aumenta los cargos a asesinato, la pena puede llegar a 20 años.