El reto de acabar con la Ley de Blasfemias

Shahbaz Batti confía en que el caso contra Asia Bibi se convierta en punta de lanza para abatir la Ley Antiblasfemia. «La injusta condena a muerte de Asia ha vuelto a sacar a la luz la peligrosidad del uso de la ley en manos de extremistas», condenó el ministro federal para los Asuntos de las Minorías. Batti aseguró a LA RAZÓN que está dispuesto a «comenzar una batalla jurídica» contra el Gobierno para que derogue estas leyes discriminatorias que «están causando sufrimiento y derramamiento de sangre inocente». Para el ministro de Minorías, Bibi «es una víctima de la intolerancia religiosa» porque lleva en prisión más de un año y no ha tenido derecho a defenderse. «¿Qué justicia hay en este país cuando a un acusado no se le permite declarar?», criticó Batti, antes de explicar que «con el testimonio de dos musulmanes se justifica un delito de blasfemia». El ministro, de fe católica, agradeció la solidaridad del Papa con la cristiana y su llamamiento a las autoridades paquistaníes a liberarla. Si bien la intención del ministro de Minorías es abrir de nuevo el debate sobre la Ley de la Blasfemia, la realidad política y social que impera en el país, sitiado por los extremistas, hará difícil cualquier intento de modificación. No es la primera vez que esta polémica legislación se debate y el resultado siempre es la oposición categórica de la todopoderosa Asamblea de los Clérigos de Pakistán «Jamiat Ulema Pakistan» (JUP), que representa a los más de 30 partidos religiosos presentes en el país. Para JUD «nadie tiene el poder de tocar la ley sobre la blasfemia» y amenaza con «una gran protesta» si se lleva adelante cualquier revisión. A los cristianos y otras minorías les queda un largo y espinoso camino por recorrer para que sus derechos sean respetados. Mientras tanto, Bibi continúa sus días en el corredor de la muerte. Un representante de la Iglesia española en Islamabad aseguró que la cristiana no morirá en la horca. «Gracias a la presión internacional, a la Conferencia Episcopal de Pakistán y la Santa Sede el Tribunal Superior de Lahore anulará la sentencia de muerte», afirmó el padre.