Ceuta

Todo era por el Sáhara

La Razón
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Una de las ventajas en las conflictivas relaciones con Marruecos es la previsibilidad de nuestro vecino y, especialmente, del autócrata Mohamed VI. Se ha desvelado el interrogante, si es que alguien tenía alguna duda, aunque me temo que con el desastroso Moratinos al frente del timón de Exteriores siempre hay que pensar lo peor. Los incidentes en Melilla eran para presionar a España para que apoye la conversión del Sáhara Occidental en una región autónoma dentro de Marruecos. El discurso anual de Mohamed VI a la nación reflejó su urgencia en resolver lo que no es más que un descarado acto de piratería territorial. A los saharauis se los deja sin su derecho a la autodeterminación y se los fuerza a ser marroquíes a cambio de nada. Hace mucho tiempo que es un pueblo abandonado a su suerte y su futuro está condicionado por el interés en complacer al vecino marroquí. Por ello, si España no le apoya nos hará la vida imposible en Ceuta y Melilla. Moratinos irá a certificar la «rendición».