La píldora por Marina CASTAÑO

Hace 50 años la aparición de la píldora anticonceptiva permitió a la mujer el acceso a una vida sexual alejada del espectro del embarazo, pero las presuntas contraindicaciones inhibieron a muchas de su uso. Se hablaba de problemas cardiovasculares, de tumores diversos, de aumento de peso… Hoy se han disipado esas dudas y se alaban sus excelencias. Nada de lo dicho tiene vigencia hoy: se ha demostrado que su uso continuado previene y evita el cáncer de útero, de mama y de colon; las mujeres que la toman tienen un 12 por ciento menos riesgo de morir de enfermedades del corazón; se ha hecho trizas el tópico del aumento de peso, eincluso en un estudio publicado en «Human Reproduction» se revela que podría ayudar a perder kilos a las que padecen sobrepeso. Estos animalitos perdieron una cantidad significativa de peso (8,5 por ciento) y un porcentaje de grasa del doce por ciento. Es curioso que siendo un método seguro para evitar el embarazo (su efectividad es del 99,9 por ciento), son muchas las personas que se decantan por otras opciones. Y la razón no es otra que la del miedo que se difundió, en un principio, en círculos médicos y científicos. Item más, se recomendaba hace años un descanso cada equis meses para retomar a continuación el tratamiento. Hoy se prescribe la continuidad sin ningún tipo de lapso por innecesario. Sus beneficios superan a sus riesgos. Una gran tranquilidad para las usuarias.