El Príncipe Guillermo viste el uniforme de coronel de los Guardias Irlandeses

A punto de la apertura de puertas de la Abadía de Westminster para la llegada de los primeros invitados, se van conociendo más detalles del enlace, del que ayer se publicó el programa oficial en la página web promovida por la propia pareja cuando se dio a conocer su compromiso. El guion en su versión impresa se venderá por dos libras a lo largo de la ruta por la que esta jornada circulará el cortejo real.

Sin embargo, información adicional ha sido dada a conocer en las últimas horas, como la correspondiente a la vestimenta del novio. El Príncipe llevará la túnica roja correspondiente a su nombramiento como coronel.

Además, las autoridades de palacio han dado a conocer datos acerca del anillo que convertirá a Kate Middleton en miembro oficial de la Casa Windsor.

Siguiendo la tradición, está hecho de oro galés, procedente de la firma Wartski, que se lo ofreció a la Reina Isabel II en cuando se anunció el compromiso el pasado 16 de noviembre.
En consecuencia, el secreto mejor guardado continúa siendo el vestido de la novia, que ha sido capaz de evitar filtraciones, a pesar de que el nombre del diseñador, o los detalles del traje, han sido la aspiración más codiciada por parte de los medios británicos en los últimos cinco meses.

La solución se conocerá a partir de las 10.51 (hora local, una más en horario peninsular español), cuando la novia abandonará del brazo de su padre el hotel Goring en el que se ha alojado junto al resto de su familia.
Asimismo, esta jornada se confirmará también el título oficial que la futura Reina recibirá tras el matrimonio de hoy.

Aunque se espera que popularmente se la conozca como Princesa Catalina, la decisión compete a Isabel II, que es quien debe decidir si le concede el nombramiento, o bien convierte en duque a su nieto, quien no es el heredero a la Corona, sino segundo en la línea de sucesión, detrás de su padre, el Príncipe de Gales.

Esta última opción convertiría a Kate Middleton en Duquesa, como ya ocurrió con la esposa de Carlos de Inglaterra tras su boda en 2005.