IRPF
Recta final en la campaña para «poner la crucecita»
La Iglesia se esfuerza en atender a las víctimas de la crisis, y también en difundir lo que hace entre los contribuyentes.
Madrid- Desde 2008, el sostenimiento de la Iglesia depende exclusivamente de las personas que libremente quieren apoyarla, sea mediante donativos o mediante la «crucecita» en la Declaración de la Renta, que asigna un 0,7 por ciento de sus impuestos a este fin, sin coste adicional para el contribuyente. Muchos contribuyentes, de hecho, marcan esta casilla y, además, la de «otros fines sociales», que apoya a las ONG, entre ellas Cáritas, Manos Unidas y otras muchas de titularidad católica. La Conferencia Episcopal en los tres últimos años se ha esforzado por difundir entre los ciudadanos la costumbre de marcar la crucecita y está teniendo bastante éxito: el último año ganó 237.000 apoyos más, con 7,2 millones de declaraciones a favor de la Iglesia, que representan a unos 9 millones de españoles (muchas declaraciones son conjuntas). Este año, la campaña publicitaria empezó con inserciones en prensa seleccionada (del 24 de mayo al 20 de junio), siguió con anuncios en medios digitales (del 1 de mayo al 30 de junio), y ahora llega la recta final de la campaña en la radio (del 14 al 30 de junio). Ya hace tiempo que se ven las 700 vallas publicitarias alquiladas en las principales ciudades españolas, y en las parroquias se han repartido 950.000 ejemplares de un folleto con formato de periódico explicando la utilidad de «marcar la equis» en la declaración del IRPF. La Iglesia ha visto que también crece el número de declaraciones entre personas que habitualmente no van a misa pero que aprecian el valor social de la actividad de la Iglesia. Sin embargo, debido a la crisis el valor de estas declaraciones bajará este año y la recaudación puede ser menor, por lo que la Conferencia Episcopal ha redoblado sus esfuerzos por llegar a los ciudadanos.
Apoyo a las diócesis rurales Este dinero va a un fondo común de las diócesis. El 85 por ciento se reparte entre las diócesis, la mayoría se usa para mantener las diócesis rurales y pequeñas, donde lo recibido por esta vía representa la mitad de sus ingresos, y hace posible que pueblos pequeños, a menudo con población envejecida, cuenten con todo el apoyo que significa la presencia de un cura en la vecindad y toda la actividad dinamizadora y asistencial de una parroquia. El otro 15 por ciento de lo recaudado se va en gastos generales necesarios, como la seguridad social del clero, las actividades pastorales nacionales, las escuelas de teología, donativos a las Iglesias extranjeras y a las obras de caridad del Papa, los gastos de la Conferencia Episcopal y los de la Conferencia de religiosos.Fernando Giménez Barriocanal, gerente de la Conferencia Episcopal, calcula que si se sustituyese al clero y los voluntarios católicos por trabajadores sociales que hicieran una labor similar en condiciones de mercado, su coste se multiplicaría por 2,5 o más.
✕
Accede a tu cuenta para comentar