Sin esperanza para los coptos

El Cairo- Daula es la primera vez que vota en 60 años, porque quiere que ese 10% de la población de fe cristiana tenga lugar en el nuevo Egipto.
La minoría copta se atrevió a soñar, después de la revolución del 25 de enero que su situación mejoraría en el país y podría conseguir finalmente los derechos y la igualdad que venía reclamando desde hace décadas. Pero no sólo sus esperanzas se han visto frustradas, sino que temen que las cosas degeneren debido al auge de los islamistas, especialmente los salafistas, que consideran a los no musulmanes ciudadanos de segunda categoría.
El miedo a un Egipto cada vez más islamizado y excluyente ha llevado a los cristianos a votar en masa, incluso a un grupo de monjas de la catedral de Abbasiya que hacían cola entusiasmadas para poder expresar su opinión. Se cree que el voto copto ha ido al partido Egipcios Libres, del magnate cristiano de las comunicaciones Naguib Sawiris. Aunque esta formación no se dirige exclusivamente a esta minoría, en su programa figura la separación entre gobierno y religión, que es por lo que votaba también Ruad, amiga de Daula, que con su papeleta quiere evitar un estado islámico.
Otros han preferido boicotear estas elecciones, como Hani Abdallá, joven activista cristiano que milita en un partido izquierdista. Hace unos meses inició los trámites para emigrar a Canadá, al igual que muchos coptos que han abandonado el país en los últimos meses porque se sienten amenazados. Ahora, muchos más querrán marcharse.