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«Gobernaré para los desfavorecidos»

Botella elogia a Gallardón y cita a Aznar como su «referente en lo político y personal». La nueva alcaldesa de Madrid prometió austeridad arropada por medio Gobierno y todas las instituciones

La Razón
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MADRID- Ana Botella ya es la primera alcaldesa de la capital. En un pleno multitudinario, Botella juró su cargo tras ser investida por los concejales de la corporación municipal. La mayoría absoluta de la Cámara madrileña le otorgó el mandato como primer edil y Botella pasó a ocupar la butaca vacía en la esquina de la bancada popular que dejó el jueves pasado su antecesor, Alberto Ruiz-Gallardón. Después, los portavoces de todos los grupos políticos del Ayuntamiento pronunciaron un discurso de bienvenida o, más bien, de advertencia, puesto que tanto UPyD como Izquierda Unida y PSOE se ocuparon de avisar a la flamante alcaldesa de que no van a darle cuartel en su labor de control de Gobierno. Sin duda, la intervención más dura fue la del portavoz del PSOE, Jaime Lissavetzky, que no perdonó el cambio de alcalde a comienzos de la legislatura y conminó a la sucesora a «acrecentar su legitimidad mediante la acción de gobierno eficiente y responsable». Antes del turno de la nueva regidora madrileña, el vicealcalde, Manuel Cobo, dedicó unas palabras en recuerdo a su predecesor, a la vez que declaraba que Ana Botella será «mejor alcaldesa que Alberto Ruiz-Gallardón», que desde la bancada recibió el aplauso del grupo popular. «Por su talento, por su capacidad de trabajo, por su valentía, les advierto que es muy valiente, y por su enorme calidad humana, lo va a conseguir», señaló Cobo a la oposición.

Por su parte, Ana Botella comenzó sus palabras con un agradecimiento a los concejales y un compromiso de trabajo con los madrileños. Así, citó el «trabajo eficaz y profesional de los funcionarios y trabajadores del Ayuntamiento» como ejemplo a seguir, así como a sus predecesores en la democracia y a Ruiz-Gallardón, al que dedicó un «muchas gracias, señor ministro» y calificó como «un hombre que piensa en grande, y esa ambición ha sido el motor que ha transformado nuestra ciudad convirtiéndola en una de las más atractivas del mundo». También tuvo palabras de cariño y agradecimiento para su marido, José María Aznar, que le acompañó junto a dos de sus hijos, Alonso y Ana, y su yerno, Alejandro. «Es para mí una referencia personal y política», aseguró.

Voluntad de diálogo
Tras señalar el honor que ha supuesto aceptar el reto de gobernar la capital de España, Botella prometió que lo hará con «humildad, con la máxima voluntad de diálogo y con toda mi vocación de servicio público», que inició hace 34 años y «no 35 como estaba escrito en el discurso», rió. Igualmente, recordó que su compromiso es también con el programa que votaron los madrileños y reiteró su lealtad para los que eligieron la lista del Partido Popular.

En este sentido, alabó la labor de la Policía Municipal y de los madrileños como gente acogedora, recordando el vínculo cultural con la comunidad de capitales iberoamericanas. También tuvo palabras de ánimo para las personas en situaciones más precarias. «Pienso en quienes viven en soledad, quienes están excluidos, quiero que sepan que voy a ser la alcaldesa de todos los madrileños pero que, en primer lugar, voy a ser su alcaldesa». Y frente a las dificultades que se presenten, mostró su firme convicción de poder superarlas: «Pueden estar seguros de que en este Ayuntamiento cuentan con unos representantes que van a servirles lealmente», sentenció.

 

LOS AZNAR, DESDE EL BALCÓN
No cabía ni un alfiler ayer en la balconada del Salón de Plenos de Cibeles. Nadie quiso perderse una cita que todos calificaron como histórica. Para empezar, su ex jefe, Ruiz-Gallardón, ministro de Justicia, que se sentó junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Del recién estrenado Ejecutivo de Rajoy también acudieron los titulares de Fomento, Exteriores, Industria, Economía, Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Junto a ellos, el portavoz parlamentario del PP, Alfonso Alonso, secretarios de Estado como Antonio Beteta y Jaime García-Legaz, o miembros del Ejecutivo regional, como Ignacio González, Regina Plañiol, Javier Fernández Lasquetty y Anabel Mariño. También estuvo representado el mundo sindical, con Javier López y José Ricardo Martínez, y el de la empresa, con Arturo Fernández. Pero sin duda, la tribuna más observada durante el pleno fue la de la familia de la alcaldesa. El ex presidente José María Aznar, sus hijos Alonso y Ana y su yerno Alejandro Agag aplaudieron emocionados su discurso