Desmantelado el «mercado de las sentencias» de la Camorra

ROMA- La Camorra, la mafia napolitana, vuelve a demostrar su capacidad para insertarse dentro de las estructuras del Estado. En la operación policial que tuvo lugar ayer en Italia, en la que se emitieron órdenes de detención para 60 personas, quedó al descubierto una red con la que los criminales conseguían sentencias favorables y asesoramiento por parte de altos funcionarios. De hecho, 16 de las personas arrestadas trabajaban como jueces tributarios, quienes al parecer recibían dinero de los camorristas para favorecerlos en sus negocios. Entre los encarcelados hay también un catedrático de Derecho Tributario de la Universidad Federico II de Nápoles y empleados de Hacienda y de la oficina de atención al contribuyente.

Según el fiscal Alberto Capuano, del tribunal de Nápoles, se trataba de un auténtico «mercado de las sentencias» al servicio de los mafiosos. Los magistrados habían establecido con los criminales un sistema en el que fallaban sentencias beneficiosas para sus intereses, alteraban las realizadas por otros jueces, ofrecían asesoramiento fiscal e intercambiaban favores. Ahora se les acusa de asociación mafiosa, como los propios capos. Además, los detenidos tendrán que hacer frente a la acusación de lavado de dinero y corrupción de documento público.

En la operación, los agentes confiscaron bienes por valor de 1.000 millones de euros. Las detenciones han conseguido desmantelar al clan camorrista Fabbrocino, la organización criminal hegemónica hasta ahora en la zona del Vesubio, cerca de Nápoles. Las detenciones también tuvieron lugar en Lombardía, en la zona norte, lo que muestra las ramificaciones de los camorristas. El clan Fabbrocino había conseguido infiltrarse con éxito en la economía legal. Tenía negocios en la venta de productos metalúrgicos, en el sector inmobiliario y en la hostelería, gestionando varios hoteles en la provincia de Nápoles. Gracias al sistema criminal construido con los jueces y funcionarios implicados, los camorristas blanquearon enormes cantidades de dinero provenientes de sus actividades ilegales y cometieron irregularidades que han significado «un daño incalculable para las arcas públicas», según el fiscal.

La operación comenzó después de que los hombres de Felice Ragosta, capo del clan, presentaran un recurso contra una denuncia por evasión fiscal de 146 millones de euros. A partir de entonces, los investigadores descubrieron la existencia de al menos 30 sentencias relativas a estos criminales que habían sido alteradas para que resultasen favorables a sus intereses. También ha sido clave la colaboración de un mafioso arrepentido.

ÚLTIMAS OPERACIONES
La Policía italiana detuvo en diciembre en Caserta al líder del clan de los Casalesi, Michele Zagaria. Era uno de los fugitivos más buscados y su mafia controlaba el norte de Nápoles. Ahora han asestado otro golpe.