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El noble arte de ser útil por Jesús Fonseca

La Razón
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Regocijo general. No ha podido caer mejor el nombramiento del nuevo delegado del Gobierno del Reino de España en Castilla y León en el ámbito institucional como en la sociedad civil. La razón es bien sencilla: Ramiro Ruiz Medrano es un hombre prudente, de pensares y sentires tranquilos y mano siempre tendida. Casi nadie discute su capacidad para escuchar y discernir. Tal vez en esto último radique ese consenso en torno a su persona. Es lo que pide la gente corriente y moliente a quienes están en el ejercicio de lo público. Uno de los menesteres más nobles que se pueden ejercer, cuando la moral no sucumbe a la codicia. Insisto: lo que mujeres y hombres esperan de quienes les representan es que entiendan que están ahí para servir. Para ser útiles. Justamente lo que viene haciendo Ramiro Ruiz Medrano con naturalidad. Con empeño y buen humor, también, desde hace más de tres décadas, cuando con apenas 21 años se inició como concejal de Renedo, su lugar de nacimiento y uno de los pueblos más bellos de España. No lo va a tener fácil. Sucede al que ha sido, probablemente, el mejor delegado del Gobierno en la España autonómica. Miguel Alejo supo anteponer siempre el bien común a cualquier otra inclinación de parte. Plantó cara, cuando hubo que hacerlo, en defensa de castellanos y leoneses y fue respetado y querido en todas partes.