La clave está en los vídeos

MURCIA- «La agresión no va a impedir que continúe trabajando por la Región de Murcia». Así contestaba ayer a LA RAZÓN el consejero de Cultura y Turismo de la Región de Murcia, Pedro Alberto Cruz, postrado en la cama de un hospital después de la brutal paliza que tres encapuchados le propinaron el sábado. Ocurría a las puertas de su domicilio –muy cercano a la Jefatura de Policía– cuando iba a recoger a su hijo de dos años. Él notaba que le seguían. Y no se equivocaba. Agazapado en una esquina, un individuo hacía un gesto a otros dos. Pocos segundos después, Cruz caía al suelo mientras le llovían golpes con un puño americano. Cruz trató de disuadirles verbalmente, pero no había manera. Los golpes se sucedían uno tras otro.
El consejero se dirigió posteriormente a la Jefatura Provincial de Policía para presentar la correspondiente denuncia y desde allí se volvió por su propio pie a una tienda cercana para comprar una bolsa de hielo para aliviar sus lesiones. En ningún momento, los efectivos policiales llamaron a la ambulancia ni le acompañaron al centro hospitalario a donde se dirigía.

Tan salvaje fue la paliza que su ojo izquierdo quedó seriamente dañado y le provocó el hundimiento del pómulo y desviación de la mandíbula con fractura del suelo de la órbita y del arco cigomático, lo que le llevó a ingresar en urgencias del Hospital General Universitario Reina Sofía.

Los agresores, según ha sabido este periódico, usaron el arma al parecer enfundada en un guante para evitar huellas y causar daños internos, ya que en caso contrario los desgarros faciales hubieran sido mayores.

El ataque al consejero de Cultura, que está siendo investigado por agentes de la Policía Nacional, ha sido considerado como un auténtico atentado, ya que las circunstancias que rodean dicha agresión no indican otra cosa que una premeditación claramente elaborada. Los investigadores centraban ayer sus pesquisas en tres jóvenes con edades comprendidas entre los 23 y los 26 años aproximadamente. No descartan que los violentos puedan pertenecer a un grupo antisistema que se haya valido de las últimas y constantes protestas sindicales para justificar su agresión al consejero murciano. Tanto es así que, pocas horas después de que se produjera la agresión, los efectivos policiales comenzaron a visionar las cintas de vídeo de las seis manifestaciones que se han producido en Murcia desde que tuviera lugar el «tijeretazo» del Gobierno autónomo. Pretenden poner así cara a los tres encapuchados que han llevado a Cruz al hospital.

Tras varias horas de intervención quirúrgica a consecuencia de las lesiones en el suelo molar y suelo orbitario izquierdo, según el parte médico emitido por el Servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital General Universitario Reina Sofía de Murcia, el consejero fue trasladado al Servicio de Reanimación, donde al cierre de esta edición se recuperaba de las heridas, aunque el pronóstico sigue siendo aún reservado.

Pese a estar dolorido y visiblemente afectado, Pedro Alberto Cruz intentaba sacar ayer fuerzas de flaqueza para recibir a la gran cantidad de personas que se interesaban por su estado. «La violencia no me apartará de mis convencimientos, que son trabajar por y para la cultura de Murcia dentro y fuera de la región y a la que nunca renunciaré», aseguraba a LA RAZÓN. Además, añadió que él siempre ha defendido la discrepancia política e ideológica, por respeto democrático y por talante, y que «nunca puede entender ni entenderá que haya gente capaz de usar la violencia como herramienta contra otros». 

Lejos de amilanarse, el político murciano se encuentra con todas las intenciones de reincorporarse cuanto antes a sus funciones laborales y trabajar para cumplir con los objetivos marcados para que la Región de Murcia sea un punto de referencia cultural y turístico a nivel nacional e internacional.