Cancún

«No podemos permitirnos esperar una década más»

La ausencia del presidente brasileño Lula Da Silva en la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, que comenzó ayer en Cancún (México), ha ejemplificado el «perfil bajo» de una cita en la que pocos esperan acuerdos consistentes.

Rajendra Pachauri (ONU), ayer, en la inauguración de la cumbre
Rajendra Pachauri (ONU), ayer, en la inauguración de la cumbrelarazon

Durante la conferencia inaugural, el mexicano Mario Molina, Premio Nobel de Química, fue tajante: «No podemos permitirnos esperar una década más», pues «posponer una acción» podría «implicar un coste astronómico para generaciones futuras», informa Efe. Molina estuvo acompañado del presidente mexicano Felipe Calderón. La apertura también contó con la presencia del presidente del grupo intergubernamental para el Cambio Climático IPCC de la ONU, Rajendra Pachauri.

Pachauri confió en que esta cita represente un «paso significativo» en la lucha contra el calentamiento global. Pero parece que habrá que esperar en la puesta en marcha de medidas contundentes. La Unión Europea descartó que se alcance un acuerdo jurídicamente vinculante que sustituya al protocolo de Kioto, vigente hasta 2010, o que se dicten objetivos en la reducción de emisiones.

Así lo dijo Connie Hedergaard, comisaria europea responsable de Acción para el Clima, que reconoció que «la cuestión de los objetivos no va a ser el gran tema de Cancún y ello no es culpa de la UE». «Estamos dispuestos no sólo a reducir las emisiones unilateralmente el 20 por ciento, sino a llegar al 30 si otros actúan», añadió. Pero, «desgraciadamente, no se ha aprobado nueva legislación en el Senado de EE UU ni han salido nuevos elementos de otras capitales».

Precisamente, éste es uno de los temas candentes de la cita mexicana. Los ecologistas de Greenpeace instaron a los países a «ser parte del acuerdo climático internacional» sin esperar a que EE UU cambie su legislación. Del mismo modo, la ONG pidió a China y a los Veintisiete de la UE «que no se escondan más detrás del argumento de que EE UU es uno de los mayores emisores» de gases de efecto invernadero. «Países como China, que ya sufren graves impactos del cambio climático mientras avanzan en la implantación de renovables, están en disposición de liderar la negociación y no deben caer en las provocaciones de EE UU», afirmaron.