Zapatero se pone «al frente» de las aspiraciones del mundo árabe

MADRID- El presidente del Gobierno aseguró ayer en Túnez que España estará «al frente» de las aspiraciones democráticas de los pueblos del Magreb y el resto del mundo árabe para que la «libertad y la democracia» sean el «único lenguaje» que conozcan sus ciudadanos. Tras mantener una reunión con el nuevo y octogenario primer ministro, Beyi Said Essebsi, Rodríguez Zapatero quiso situar a España en primera línea del apoyo internacional al «histórico» proceso de transición de Túnez y ofreció una línea de créditos de 300 millones de euros para apoyar su desarrollo.

En la primera visita de un líder occidental tras el viaje relámpago de la jefa de la Diplomacia de la UE, Catherine Ashton, el jefe del Ejecutivo también aprovechó para defender el Estado aconfesional como garantía de éxito y tuvo un recuerdo para su abuelo, fusilado en la dictadura; su padre, que vivió sin libertad, y un joven Zapatero que con 15 años vio morir a Franco y con18 respaldó la Constitución.

Zapatero –cuya decisión de volar a Túnez desde Madrid en lugar de hacerlo directamente desde Abu Dabi ha costado 15.000 euros, según Servimedia– se reunió con los máximos responsables de una transición que pende de un hilo y que en los últimos cuatro días ha sufrido la dimisión de cuatro altos cargos, incluido el primer ministro. El presidente del Gobierno quiso dejar claro que no había viajado a la capital tunecina para dar lecciones a nadie, sino para «escuchar y acompañar».

En una rueda de prensa en la residencia del embajador español tras reunirse con el presidente interino de Túnez, Fuad Mebaza, dijo que «queremos estar desde el primer momento y queremos ser del grupo de países que apoye con más determinación lo que está pasando en el mundo árabe». Zapatero escuchó las críticas de las organizaciones civiles al papel desempeñado por Francia en el pasado y abogó por el lanzamiento de un «Plan Marshall» con apoyo público de las entidades financieras europeas y basado fundamentalmente en una gran coalición de empresas privadas que apoyen el cambio en el norte de África. La financiación de la UE se canalizaría a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que cuenta ya con una «facilidad» de más de 12.000 millones de euros para el desarrollo de la ribera sur del Mediterráneo.

«Cada país debe comprometerse y España –dijo– otorgará una línea de créditos blandos (con bajo interés) reembolsables de 300 millones de euros en los próximos tres años. Zapatero tiene claro que el éxito de la rebelión tunecina va a extenderse en la región, también en Libia, y ha comparado este «momento histórico» con la caída de los regímenes de la Europa del Este.

«Los españoles quieren que su Gobierno esté apoyando los cambios democráticos en el mundo árabe desde el primer momento, por eso estoy aquí», ha recalcado. Preguntado sobre su apoyo a similares procesos en Argelia y Marruecos, dos países más cercanos a España, explicó que todos los socios europeos están preparados para respaldar las reformas que defiendan los ciudadanos, aunque deben evitar que su actitud se interprete como «una voluntad de injerencia». A su juicio, la religión debe estar en el ámbito de lo privado y recomendó a Túnez que mantenga un Estado aconfesional para conseguir una democracia duradera y «más auténtica». A la oposición civil Zapatero le aseguró que la UE «no va a equivocarse» y les advirtió de que para avanzar hacia la democracia «habrá que hacer en una parte cirugía y en otra sólo terapia».

Entre los 100 más feministas
- José Luis Rodríguez Zapatero es una de las 100 personas más comprometidas con el futuro de mujeres y niñas, según una lista que fue presentada ayer por la asociación Women Deliver. Activistas, doctores, periodistas, profesores, empresarios y políticos integran la nueva lista de esta organización, fundada en 2007 para mejorar la salud y el bienestar de millones de niñas y mujeres, y donde también destacan la actual secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, la ex primera dama de EE UU Laura Bush o el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.