Balonmano / España se dispara desde la defensa

Nagy era la amenaza, el húngaro que quería ser español y se arrepintió para seguir siendo húngaro. Y, como si quisiera confirmar que estaba convencido de haber elegido el lado correcto, comenzó a soltar el brazo muy pronto. Los dos primeros goles de Hungría fueron suyos. Después llegaron cinco más, pero España tenía respuesta.
Funcionó la defensa para salir al contraataque con los extremos. Especialmente en la segunda mitad, porque en el primer parcial a España le costó sostener el ataque húngaro. Después del descanso, Viran Morros y Guardiola apretaron hasta dejar en nada la aportación de Nagy y sus compañeros. Con seguridad atrás, España comenzó a despegarse en el marcador. Porque lo que nunca dejó de funcionar durante los 60 minutos fue el brazo de Maqueda. Muy firme en el lanzamiento, su acierto fue decisivo para que los de Valero Rivera mandaran siempre en el marcador. Como Aginagalde. Nueve goles consiguió el pivote español, perfecto en su trabajo sobre la defensa húngara. Entre ellos dos sostuvieron la igualdad en el marcador cuando Hungría mantenía el acierto. Cuando los húngaros decayeron, ellos siguieron a lo suyo. Aginagalde siempre es un seguro para España. Acostumbrado a intentar el lanzamiento con dos defensores colgados de sus brazos, ayer se sintió cómodo contra los húngaros.
Desde el otro lado, Sterbik daba tranquilidad al equipo. Muy efectivo el guardameta, perfectamente recuperado del susto del partido del estreno contra Serbia. Y también Hombrados cuando tuvo que salir, sobre todo en los lanzamientos de siete metros.
España demuestra que tiene intención de hacer algo serio en este campeonato. Da igual que el partido se juegue a las 9.30 de la mañana o a las 9.15 de la noche. Está preparada para todo.