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Lluvia de millones a sindicatos en plena crisis de los ERE

Andalucía, a tenor de las cifras, sigue siendo la comunidad española que más se «preocupa» por los sindicatos y porque no les falten fondos. No en vano, es la autonomía que más dinero les ha otorgado en 2011: prácticamente 70 millones de euros (unos 11.000 millones de las antiguas pesetas).

Lluvia de millones a sindicatos en plena crisis de los ERE
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MADRID- Una cantidad esta que supone, por ejemplo, el 60 por ciento de todo el dinero que las comunidades han dado a las centrales sindicales o prácticamente la misma cantidad que, a falta de la publicación de varias ayudas, ha destinado el Ejecutivo central.

Pero es también un dato que chirría todavía más si se tienen en cuenta las cifras del paro de la comunidad andaluza, la implicación de algunos sindicatos y ex sindicalistas en la trama de los ERE fraudulentos y, sobre todo, la situación económica que vive el país. Pero parece que todo esto no importa porque, un día después de que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, convocase elecciones, se publicaban en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) una serie de ayudas destinadas, básicamente, a los sindicatos. Aunque los empresarios también recibían una parte bastante inferior. Estas subvenciones suponen el grueso de lo recibido por estas centrales el pasado año y ascienden a 54 millones de euros. Un año antes, en 2010, el montante total era bastante similar: unos 60 millones. Y, también, todo en un día.

Se trata de la concesión aprobada el pasado 27 de diciembre por el Consejo de Gobierno y que, en su mayoría, en lugar de ir destinada a personas desempleadas, se dirige «prioritariamente a personas trabajadoras ocupadas». Apenas un par de estas partidas tienen como objetivo la población que se encuentra en paro. Y eso que Andalucía ha pasado de tener 561.600 desempleados en el primer trimestre de 2008 a más de 1,2 millones en el tercer trimestre de 2011: el doble en la última legislatura.

«Importante instrumento»
En concreto, en esta última partida se destinan más de 14 millones a la Unión General de Trabajadores (UGT) para acciones de Formación Profesional para el Empleo dirigidas «prioritariamente a personas desempleadas» porque, entre otros motivos, tal y como se desprende de la misma, «la Formación Profesional para el empleo se configura como un importante instrumento para conseguir la inserción de la población demandante de empleo» y «mejora las oportunidades de acceso al trabajo».

Otros 14 millones de euros van a parar a las arcas de Comisiones Obreras (CC OO) para realizar la misma tarea. A partir de ahí, el resto de ayudas se destinan a acciones dirigidas a personas ocupadas: 13 millones de euros para UGT y otros 13 para Comisiones Obreras.

Pero no han sido éstas las únicas subvenciones andaluzas que han obtenido los sindicatos en 2011. Así, a lo largo del pasado año lograron fondos de numerosas consejerías, como 22.700 euros de la de Igualdad y Bienestar Social para atención a inmigrantes; 315.896,65 euros de la de Hacienda para acciones formativas; más de 1,6 millones para acciones de investigación e innovación o más de 2 millones para trabajos de cooperación como, por ejemplo, el «fortalecimiento del movimiento sindical salvadoreño» o una «campaña de sensibilización contra la Mutilación Genital Femenina en Mali».

Innovación o Salud
Además, también se han embolsado otros 9,5 millones de euros para acciones de «orientación profesional», casi 1 millón para financiar sus gastos corrientes o 233.293 euros para formación de los empleados del Servicio Andaluz de Salud. En total, casi 70 millones de los que pocos van a parar a los parados o a acciones dirigidas a que éstos encuentren trabajo y de esa manera tratar de frenar la sangría de empleos que vive la comunidad que preside Griñán. Una comunidad, además, que no ha dudado en llevar a cabo recortes que los sindicatos no han notado. Es el caso, por ejemplo, de Obras Públicas, que en los dos últimos presupuestos ha sufrido un tijeretazo de casi el 60 por ciento, o Turismo, Comercio y Deporte, cuyos recortes en las dos últimas cuentas ascienden a casi el 50 por ciento.