Barcelona

Impresentable

La Razón
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Dice el ministro Rubalcaba que al ciudadano le afecta más que le roben el coche o la casa que un atentado de ETA. Sólo espero que estuviera bajo los efectos de alguna sustancia que le nublara la razón y le mermara el raciocinio porque, si no, es para dejarle a solas con una víctima del terrorismo para que le hable de afectos. Espero que la vida no le ponga en la tesitura de que le roben la cartera o de que ETA atente contra su hijo. ¿Cómo es posible que el responsable de Interior se atreva a semejante ignominia? En su cargo hay que medir las palabras y estar en su sitio, que debería ser el de las víctimas. Particularmente, prefiero que me roben el coche o se lleven la tele de plasma a vivir un atentado, aunque sea de lejos. Él mejor que nadie debería saber que la lacra del terrorismo nos puede tocar a cualquiera, vivamos en una gran ciudad como Barcelona –acuérdese de Hipercor– o en una localidad pequeña como Vic. Mi querida Irene Villa debería explicarle a este señor que una vida está por encima de motivos económicos, políticos o religiosos, aunque Irene corra el riesgo de escuchar una respuesta similar a la que su madre recibió un día: «Sé lo que es perder a un familiar, a mi abuelo lo mataron en la guerra». Y que no me digan que sus palabras han sido malinterpretadas. Las he leído y escuchado con atención. Señor mío, y con todos los respetos que usted no ha tenido, es usted un impresentable. Piense antes de hablar, algo poco común en su profesión.