Ajustician a Carmen Lomana en televisión por Jesús MARIÑAS

La vi en Collins desvalijando tiendas de veinteañeras. Quizá buscaba el tiempo o la ilusión perdidos. Mientras, Pastora Soler fue confirmada como nuevo valor de nuestra copla a la que aporta una modernidad incluso indumentaria. Miami se le rindió en este debut tan esperado. Ya era hora de refrescar la canción española.

Menos fortuna artística obtuvo Miguel Ángel Muñoz, que hizo crucero multitudinario por las Bahamas y apenas podía salir del camarote de tanto que le acosaron. Nacho Cano también se estableció allí tras pasar el retiro espiritual en una Ibiza que este sábado se emocionará con la boda de Carmen Morales y Luis Guerra. Un enlace que contará con doscientos invitados alojados en el Hotel Agua de la isla. Pero a lo que iba: al regreso me encuentro que todos se tiran los trastos y forman piña televisiva contra Carmen Lomana. Debe de sentirse María Antonieta camino del cadalso.

Se han unido como nunca para zurrar a la rubia que antaño fue tan ensalzada por ellos, hasta el punto de que Jorge Javier parecía estar prendado de sus exquisiteces. Incluso llegó a arremeter contra Nati, Cari y Nuria González cuando no consintieron compartir con ella un viaje barcelonés en el avión privado de Isak Andic. «O ellas o nosotras», fue su ultimátum, y el puente aéreo trasladó a la que siempre tuve por arribista. Entonces lo denuncié y ella me amenazó con que era prima de Gloria Lomana, algo enseguida desmentido por la jefa de informativos de Antena 3, actual esposa de Josep Piqué. «Ni la conozco», me confesó.

Al parecer, lo que antes eran bondades, lindezas y congratulaciones se ha vuelto contra ella: aprovechan las confidencias que pudo hacerle a Jorge Javier, sus atenciones con Belén Esteban al competir en «¡Mira quién baila!» o los consejos que impartió para enmendar el vocabulario soez de la antaño chica de San Blas subida hoy a la parra. Pretenden demoler a Lomana incluso investigando su pasado. Van de jueces cuando son ajusticiables. Que tire la primera piedra el que esté libre de pecado. Tampoco es para tanto, ni su decepción merece tamaño escarnio. Hoy me glorifico del buen ojo que tengo para calar al personal.