FC Barcelona

Asturias

Que viene el lobo

La Razón
La RazónLa Razón

En Asturias hay 400 lobos y 200 osos. La Comisión del Lobo ha decidido eliminar 47 para preservar otras especies. Equilibrio natural de la mano del hombre. En los 19 kilómetros de ascenso a La Farrapona (Somiedo), puerto que terminará siendo lugar de peregrinación después de que la Vuelta lo lance al mundo el 3 de septiembre, con éxito asegurado si estuviera despejado, se dejan ver algún rebeco y otros animalitos; las «fieras» no se exponen. Aparecen cuando la necesidad apremia.

El plantígrado, si le suenan las tripas; el otro, si olfatea terneros descuidados... Mourinho tampoco se prodiga, ahora. Frente al Athletic prefirió ocultarse. Sabe que viene el lobo y no quiere perder la concentración. Con más facilidad de la que auguraba la sentida derrota contra el Sporting, reventó tácticamente al Athletic de Caparrós y le despachó con tres goles en San Mamés. Antes y después no habló. Mandó a Karanka. Ha dejado los recados para la semana del Clásico, aunque el encuentro del sábado sólo tenga relevancia anímica. El vencedor cogerá aire para mortificar al eterno el resto de la serie. El resultado no influirá en la Liga, resuelta; pero podría incidir en el rendimiento de ambos en la final de Copa.

Mourinho, predador que no conoce el miedo, que no se arruga, debería evitar que Guardiola, cuando le salude en el Bernabéu, le dé el abrazo del oso. Lo pagaría caro. Cuando Pep tiene una presa en las mandíbulas no la suelta, y al Madrid le ha cogido «cariño». No le dará cuartel en los cuatro encuentros previstos (tan imposible es que no se vean en semifinales de la «Champions» como que los lobos desaparezcan de Asturias); sabe que la historia se escribe con títulos y se subraya machacando al Madrid. Justo lo que pretende hacer Mourinho con el Barça para sobrevivir en Chamartín.