Elecciones generales

La ministra «sandía»

La Razón
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Mucho me temo que las primeras declaraciones de la nueva ministra no han sentado bien entre los profesionales y la gente vinculada al sector agrario. Durante la toma de posesión dijo que iba «a escribir de verde el nombre de este Ministerio». Esta frase ha sido interpretada como una clara indicación de que la política en materia de medio ambiente va a estar por encima de la política agraria, lo que ha vuelto a poner sobre la mesa los temores que ya afloraron cuando se produjo la fusión de ambos departamentos.

Es más, algunos ya han comenzado a denominarla como la «ministra sandía» por aquello de que es verde por fuera y roja por dentro. Me da la impresión de que su nombramiento debe interpretarse en clave claramente electoral. Es posible que a los próximos comicios generales intenten presentarse algunos grupos ecologistas, que podrían restar a los socialistas una parte del voto verde y de izquierdas que recaló en sus alforjas en las anteriores convocatorias.

De ahí que Zapatero haya optado por una política profesional, de izquierdas y que ésta haya aprovechado su primera intervención pública para dejar claras cuáles son sus prioridades, incluidas las electorales. Ahí estaría una de las explicaciones para su nombramiento, aunque a este puesto también optó Leire Pajín, según medios socialistas.

Haría mal la nueva ministra en desatender las cosas del campo en lo que resta de Legislatura con el argumento de que el número de votos de los agricultores y ganaderos es cada vez más reducido y tiene menos peso político. La crisis general que afecta al conjunto de la economía también está pasando factura a los profesionales del sector agrario, que durante los últimos años, y especialmente en estos meses, no han gozado de la comprensión del presidente del Gobierno.

Baste tan sólo recordar que a finales de diciembre de 2009 prometió una nueva reunión para analizar los resultados del famoso plan de choque, sin que ésta haya llegado a celebrarse todavía. Y ya han pasado diez meses del anterior encuentro y de la fecha que puso él mismo: «Antes de que acabe febrero».