Abusos a menores
«Pitoño» niega que se tirara a plomo sobre el pecho de Álvaro Ussía
Antonio S.S., alias 'Pitoño' el principal acusado del homicidio del joven Alvaro Ussía en la madrugada del 15 de noviembre de 2008, ha manifestado en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid que el chico salió a la calle muy nervioso e insultando a la gente bajo una embriaguez muy alta.
La primera sesión del juicio ha arrancado con la declaración de los tres procesados por el crimen de Ussía, quienes se enfrentan a quince y trece años de prisión por un delito de homicidio. La versión de Pitoño ha sido contradicha por el acusado David S., quien ha confesado que vio cómo Antonio S.S. propinaba un golpe al chico en el tobillo y, a continuación, observó que estaba encima con la rodilla a la altura de su pecho.
En su declaración, Pitoño ha relatado lo sucedido alrededor de las cinco de la madrugada del 15 de noviembre de 2008. "Esa noche estaba en la puerta de afuera de la calle. Salieron dos personas, una de ellas insultando y gritando a la gente. Estaba muy nervioso, alterado
e insultando a la gente y se quedó en la puerta. Salió muy alterado con una embriaguez muy alta. Chillaba 'hijos de puta', 'maricón', 'gordo', 'putas', 'zorras', de todo", ha relatado el procesado, quien ha precisado Alvaro era el único que insultaba.
Así, ha contado que los otros dos acusados, David S. y David A., salieron al exterior para pedir a Alvaro y a Rafael, su amigo, que se fueran del local. "Un amigo le dijo a Alvaro que se fuera y Alvaro empezó a discutir con él. En las escaleras, bajaba un grupo de personas con chicas y el joven les insultó. Empezaron a insultarse mutuamente y Alvaro se va a por ellos para pegarse. Yo subí las escaleras para decirle al amigo que se fueran", ha narrado.
"Rafael le agarró para llevárselo y empezaron a forcejear. Yo actué, cojo a los dos chicos y les subo. Intento separarles para que no se pegaran. No sé que pasa. El chico tropieza y se cae el suelo. Se agarra a mí y me lleva con él. Me caigo encima. Estaba muy agresivo. Le cogí de las manos para que no me pegara", ha recordado.
"Seguía en el suelo insultando. Le agarraba para que no me pegara. Veo que le empiezan a dar arcadas y le pongo en posición lateral para que no vomitara. No soy médico. Algo le pasaba. Vienen tres chicas que trabajaban en la Cruz Roja", ha relatado Pitoño, quien ha insistido que el chico estaba entonces consciente y "con los ojos abiertos".
No se tiró sobre el chico
A preguntas de la fiscal, el procesado ha negado que le hiciera un barrido y que se tirara a plomo encima del chico. "En ningún momento le puso la rodilla en el pecho ni en ningún sitio", ha apuntado el procesado, quien ha insistido en que estaba muy alterado, nervioso y agresivo.
Por su parte, el abogado de la familia del fallecido, Pedro Colina, le ha preguntado acerca de si Ussía le insultó a él o a sus compañeros, asegurando Pitoño que entonces no entendía que los improperios fueran dirigidos contra los porteros. "Insultaba a todas las personas que estaban por ahí", ha dicho.
A preguntas de su letrada, Antonio S.S. ha insistido en que trató de mediar en el forcejeo que iniciaron Alvaro y su amigo Rafael, pero ha subrayado que el chico tropezó y se resbaló, cayendo encima de él. "Estaba muy borracho. Con una embriaguez muy alta", ha recalcado el procesado.
"Al perder el equilibrio, cayó y yo encima de él", ha aclarado. "Si hubiera estado en peligro, me hubiera quedado más. No tenía ninguna intención de matar", ha subrayado en respuesta a las preguntas de su letrada.
Subcontratado
'Pitoño', que era vigilante de seguridad y escolta privado, ha explicado que trabajaba para Fortesa, una subcontrata de El Balcón de Rosales, aunque ha reconocido que no estaba contratado porque mantenía una amistad con la dueña y su novio, un policía nacional.
Así, ha relatado que era coordinador de porteros en El Balcón de Rosales y otra discoteca de Serrano con funciones de localizar a porteros y pagarles al final de cada noche, un dinero que le daba la dueña. Además, ha insistido que no bebía alcohol ni consumía drogas. La fiscal le ha recordado que un análisis toxicológico determinó que consumía cocaína de forma habitual.
Por su parte, David S.G. ha indicado que Fortesa le contrató y que llevaba seis meses hasta que se produjeron los hechos. "Estaba en la puerta sentado en la taquilla. Uno o dos porteros sacaron a un chico afuera del local. Se quedó con un amigo en las escaleras", ha contando.
Así, ha añadido que el chico empezó a insultar a la gente y ha indicado que no puede precisar a quién insultaba, por lo que la fiscal le ha recordado que en la investigación aseguró que los palabras iban dirigidas a los tres porteros. "Antonio se acercó. Un grupo empezó a insultarle y Alvaro les recriminó algo. Su amigo le intentaba calmar porque Alvaro estaba muy nervioso", ha señalado.
"Antonio fue hacia ellos, apartó a Rafael y le dio una bofetada a Alvaro para que se calmara. Le agarró y lo condujo hacia la parte de arriba", ha contado y ha indicado que entonces decidió acercarse al lugar ante la algarabía.
"Estaba en el segundo tramo de escaleras y Antonio arriba. Vi que Antonio tenía agarrado al chico, vi un golpe en el tobillo y ya no vi nada más. Vi a Antonio encima del chico con la rodilla a la altura del pecho. Vi un golpe de Antonio a Alvaro", ha reconocido. "No sé si fue o no intencionado. Realmente no lo vi. Fue muy rápido. Un barrido es un golpe en el tobillo", ha recalcado.
A preguntas sobre si impidió que se acercaran los amigos de Alvaro, ha contestado que se encontraba en otro tramo de las escaleras. Además, ha negado que le diera patadas al chico cuando estaba tirado en el suelo.
Por otro lado, el procesado David A. ha narrado que cuando expulsaron a Alvaro de la sala él se encontraba en una zona apartada comiendo una pizza. "Empecé a escuchar gritos e insultos que venían desde fuera. Continué mirando desde dentro. Había dos chicos y el fallecido era el que insultaba", ha indicado.
"El chico continuó insultando y el amigo intentaba llevárselo. El chico no quería irse, pero Alvaro volvía a bajar hacia la puerta. Por el otro lado, bajaba otro grupo de personas. Alvaro intentó ir a por ellos e inicia un forcejeo con Rafael", ha indicado, al tiempo que ha señalado que se quedó con el grupo para calmarles.
"Antonio estaba encima de él, agarrándole una muñeca y le decía: 'Estate quieto, estate tranquilo'. Antonio tenía su rodilla izquierda sobre él. No le estaba golpeando, le intentaba parar los brazos", ha contado el procesado y ha precisado que el chico estaba inmovilizado en el suelo, por lo que le dijo a Antonio que le despertara ya que vio al chico "inmóvil". "Luego cuando llegaron los de la Cruz Roja, el joven estaba de costado", ha agregado.
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