Proporcional

En la impartición de Justicia, para que precisamente sea justa, debe imperar el principio de proporcionalidad. Así se enseña al comenzar la carrera de Derecho. Ello conduce a pensar en que Camps, en el supuesto que no hubiera abonado los trajes, habría pagado con creces las consecuencias de este caso. La dimisión de presidente se antoja una pena incluso excesiva.
Del hecho de que Camps no guarde facturas, no puede deducirse que se los hayan regalado. La culpabilidad es lo que hay que demostrar, no la inocencia. Además, un mínimo análisis comparativo con otros casos demuestra distinta vara de medir según de quien se trate. José Bono justifica millones de euros por ser amigo de un empresario, beneficiado por suculentas adjudicaciones. O Chaves otorgando millones a la empresa relacionada con su hija. Los dos se van de rositas.
En el caso de Camps, además, se conculcaron principios como del de la presunción de inocencia y se cometió delito con la violación del secreto del sumario, sin que haya responsables.
 Demasiadas circunstancias como para que un jurado o un tribunal no las tenga en cuenta. Así es la vida.